Sumar ha hecho un llamado a diversas organizaciones agrarias para que ejerzan su responsabilidad al comunicar las medidas adoptadas para el sector agrario, tanto a nivel de la Unión Europea como de España. La eurodiputada de Sumar, María Eugenia Rodríguez, y el portavoz de Agricultura del Grupo Sumar en el Congreso, Toni Valero, han señalado durante una rueda de prensa que las acciones tomadas a favor del campo son evidentes y han desmentido la percepción de que no se ha actuado en respuesta a las necesidades del sector.
Rodríguez ha destacado las decisiones «bastante contundentes» de la Unión Europea, como la suspensión indefinida de algunos requisitos de la Política Agrícola Común (PAC), incluyendo la rotación de cultivos y el retroceso en la directiva de pesticidas, así como la no implementación de nueva legislación en bienestar animal. Añadió que, a pesar de las críticas, la Ley de Restauración de la Naturaleza ha sido matizada significativamente tras su aprobación en el pleno del Parlamento Europeo.
La eurodiputada también ha acusado a ciertas organizaciones agrarias de manipular la información y de posibles «cabildeos electorales», afectando la realidad del progreso logrado por los agricultores, cuyas movilizaciones han generado cambios en un tiempo récord comparado con otros colectivos sociales.
En referencia a las protestas convocadas por Asaja, COAG y UPA en Toledo, Rodríguez ha señalado diferencias entre estas organizaciones y ha subrayado la importancia de discernir bien las demandas para evitar perjuicios a los productores.
Por su parte, Valero ha defendido que las medidas adoptadas a nivel europeo y por el Gobierno de España son respuesta directa a las movilizaciones del sector agrario. Ha mencionado propuestas como la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria y la renuncia a nuevos tratados de libre comercio, pidiendo paciencia para implementar cambios que requieren consensos y trámites.
Además, ha comentado sobre el impacto de las movilizaciones en el cambio de posición política de ciertos partidos, especialmente aquellos que apoyan tratados de libre comercio en la UE pero adoptan un discurso diferente en España, resaltando el despertar de la sociedad ante la realidad del campo y la visibilidad de políticas neoliberales que han sido defendidas por algunos grupos.
