Suecia indaga en el misterio de la reciente ruptura de cable submarino en las aguas del Báltico

Las autoridades suecas han dado inicio a una investigación preliminar debido al incidente de un cable submarino que ha sufrido una rotura cerca de la isla de Gotland, en la zona de influencia económica de Suecia en el mar Báltico. Este cable desempeña un papel crucial al conectar Finlandia y Alemania, una ruta vital para las comunicaciones entre ambas naciones. La Guardia Costera sueca ha movilizado un buque a la zona afectada para asistir en las labores de investigación.

La noticia fue confirmada por el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, a través de la red social X. Kristersson ha señalado que el gobierno ha estado al tanto de este suceso desde las primeras informaciones difundidas por medios de comunicación, destacando que los reportes sobre tales incidencias son tratados «con la mayor gravedad». Este evento se inscribe dentro de un contexto de «situación de seguridad grave» que está enfrentando Suecia, lo que añade una capa de complejidad a la investigación.

La ruptura de este cable no es un hecho aislado en la región del Báltico. Los últimos meses han visto una serie de daños en distintos cables de comunicaciones, lo que ha llevado a Suecia, junto a Finlandia, Lituania, y Letonia, a abrir investigaciones para esclarecer estos incidentes. Las sospechas han girado en torno a la denominada «flota rusa en la sombra», que alude a la utilización de barcos por parte de Rusia para sortear las sanciones impuestas por Occidente debido a su invasión a Ucrania, sugiriendo posibles actos de saboteo.

En respuesta a la creciente preocupación por la seguridad de la infraestructura submarina crítica, la OTAN y nueve países con costas en el Báltico concluyeron acuerdos para fortalecer la protección de estas conexiones esenciales. La iniciativa, denominada «Baltic Sentry» o «Centinela Báltico», propone el despliegue de una serie de recursos defensivos, incluyendo barcos, aviones, drones navales y otros medios, con el propósito de asegurar la integridad de estas estructuras submarinas.

Curiosamente, a principios del mes, la Fiscalía sueca descartó la teoría de un sabotaje en relación a otros daños que había sufrido un cable submarino entre Suecia y Letonia, lo que llevó a levantar la orden de confiscación sobre un barco que permanecía detenido bajo sospecha de estar involucrado en el incidente.

Este reciente episodio subraya la vulnerabilidad de la infraestructura submarina crítica y la importancia de mantener un estado de vigilancia constante para garantizar la seguridad y la estabilidad de las comunicaciones y el comercio en la región báltica.

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