El asesor del expresidente Donald Trump, Steve Bannon, conocido por su papel como ideólogo de la internacional nacional-populista, ingresó este lunes en la prisión federal de Danbury, en Connecticut, para cumplir una pena de cuatro meses por desacato al Congreso de los Estados Unidos. Esta sentencia deriva de su negativa a comparecer ante el comité de la Cámara de Representantes que investigaba el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Bannon, un referente prominente del trumpismo, fue citado en septiembre de 2021 para declarar ante el comité del Congreso que investigaba el ataque al Capitolio. Argumentando que estaba protegido por el «privilegio ejecutivo» debido a su papel como asesor en la Casa Blanca, Bannon se negó tanto a comparecer como a proporcionar los documentos solicitados. Esta negativa resultó en su condena por desacato, con una sentencia de cuatro meses de prisión y una multa de 6.500 dólares.
El lunes, Bannon se presentó en la cárcel de mínima seguridad de Danbury alrededor del mediodía. A las puertas de la prisión, habló con la prensa y un grupo de simpatizantes, entre los que se encontraba la congresista ultra Marjorie Taylor Greene. Antes de su ingreso, Bannon grabó el último episodio de su podcast, «War Room», y dejó planificado su funcionamiento durante su ausencia, con una veintena de colaboradores del movimiento MAGA.
«Me enorgullece entrar en prisión», declaró Bannon a los reporteros. «Si esto significa enfrentarse a la tiranía y no ceder al corrupto y criminal Departamento de Justicia de [el fiscal general Merrick] Garland, o a Nancy Pelosi y Joe Biden, entonces estoy orgulloso de pasar por esto».
Bannon, de 70 años, se describió como un “preso político de Pelosi” y pidió ingresar en Danbury para trazar un paralelismo con Ring Lardner Jr., un guionista que fue víctima de la caza de brujas de McCarthy en Hollywood. Lardner, conocido por su resistencia al interrogatorio, es una figura simbólica para Bannon. Cuando se le preguntó qué esperaba de sus meses en prisión, Bannon respondió: “una victoria [en las elecciones presidenciales] de Donald Trump”.
La semana pasada, los abogados de Bannon solicitaron la intervención urgente del Tribunal Supremo para evitar su ingreso en prisión, pero los magistrados denegaron la petición. La fecha de salida de Bannon está fijada pocos días antes de las elecciones presidenciales del próximo cinco de noviembre.
Además de su condena por desacato, Bannon enfrenta otro proceso judicial en Nueva York por malversación de fondos recaudados para construir el muro en la frontera con México. Este caso se encuentra en el mismo tribunal que recientemente condenó a Trump por el caso Stormy Daniels. Otro aliado de Trump, Peter Navarro, cumple una condena de cuatro meses en una cárcel federal de Miami también por desacato al Congreso relacionado con la investigación del 6 de enero.
Los ingresos en prisión de Bannon y Navarro son algunos de los resultados más tangibles de la extensa investigación del comité del ataque al Capitolio. Esta comisión entrevistó a más de mil personas y revisó un millón de documentos, concluyendo con un informe de más de 800 páginas que recomendó que Trump no pueda volver a presentarse a elecciones y solicitando su procesamiento por varios delitos, incluida la insurrección.
El inicio de la condena de Bannon coincidió con la sentencia del Supremo que determinó que Trump tiene inmunidad penal por actos oficiales como presidente, pero no por los no oficiales. Esta decisión anula fallos de tribunales inferiores y podría retrasar los procesos judiciales pendientes contra Trump, incluyendo los relacionados con el 6 de enero, sus intentos de alterar resultados electorales en Georgia y su manejo de documentos secretos.