El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza de Castilla-La Mancha (STE-CLM) ha expresado su preocupación por las condiciones en las que se lleva a cabo el proceso selectivo de ingreso a la función docente. A las puertas de la Delegación de Educación de Toledo, el sindicato ha denunciado las extremas temperaturas que afectan tanto a los miles de aspirantes como a los miembros de los tribunales, bajo el lema ‘Menú sábado 21 de junio: opositores y tribunales a la brasa’.
Desde STE-CLM han indicado que las pruebas se están realizando en centros educativos donde la climatización es inadecuada y han llegado a registrar temperaturas cercanas a los 40 grados. Con un termómetro en mano, el sindicato ha constatado que en algunos casos se han superado los 35 grados en el interior de los centros durante el periodo lectivo.
La organización sindical ha hecho hincapié en que esta situación no es nueva, ya que ha sido advertida en comunicados anteriores. Además, ha criticado la «inacción de la Consejería de Educación», que, a pesar de haber anunciado un plan de climatización prioritario para los centros donde se celebran oposiciones, no ha iniciado las obras necesarias en prácticamente ninguno de ellos.
Aunque este año el inicio de las pruebas se ha retrasado a las 10.00 horas, una medida que el sindicato califica de «incomprensible» y que agrava la exposición al calor, en años previos las pruebas comenzaban a las 9.00 horas. En contraste, en otras comunidades como Andalucía se ha optado por adelantar los horarios para minimizar los efectos del calor extremo.
El proceso de oposición requiere que los aspirantes realicen dos pruebas eliminatorias, cada una con una duración de aproximadamente dos horas, lo que, en estas condiciones térmicas, representa un «grave riesgo para la salud» y reduce las garantías de equidad y rendimiento. STE-CLM ha recordado que la normativa de prevención de riesgos laborales establece que la temperatura en entornos de trabajo no debe superar los 27 grados.
La organización no descarta que se produzcan incidentes relacionados con el calor, como desmayos o golpes de calor, situaciones que podrían ser prevenidas. Además, ha señalado que el impacto del cambio climático ya se está sintiendo en el sistema educativo, con un verano que se ha alargado 45 días desde los años 80 y olas de calor que son cada vez más frecuentes y duraderas.
Ante esta situación, STE ha solicitado urgentemente una política educativa que adapte los centros escolares a la nueva realidad climática, en aras de proteger la salud y dignidad de toda la comunidad educativa. El proceso selectivo continuará a lo largo del mes de julio, lo que sugiere que las condiciones térmicas seguirán siendo similares.
