En un gesto significativo hacia la consolidación de la unidad europea frente a la crisis en Ucrania, el Primer Ministro británico, Keir Starmer, ha convocado una cumbre de suma importancia con más de diez líderes europeos y de la Unión Europea (UE) para este domingo. Esta reunión de alto nivel tiene como objetivo principal «impulsar la acción europea» en apoyo a Ucrania, buscando establecer las bases para una paz justa y duradera que garantice la soberanía y la seguridad futura de esta nación sumida en conflicto desde la invasión rusa iniciada el 24 de febrero de 2022.
La necesidad de este encuentro se ve subrayada por la continua volatilidad en la región y el compromiso de los países europeos con la defensa de los principios democráticos y de soberanía nacional. Según un portavoz de Downing Street, «el primer ministro usará la cumbre para impulsar la acción europea sobre Ucrania,» marcando un firme respaldo de la comunidad internacional hacia un «acuerdo perdurable que garantice la soberanía y la seguridad futura de Ucrania».
La lista de invitados incluye a destacadas figuras y líderes de la escena política europea, desde Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Polonia, hasta representantes de la OTAN, incluido su secretario general, Mark Rutte. También se espera la participación del presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo que subraya la relevancia y el carácter inclusivo de la cumbre.
Antes de la cumbre, se ha programado una serie de reuniones preparatorias que incluirán una llamada de Starmer con líderes de los países bálticos, así como un encuentro con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Zelenski, por su parte, tiene prevista su participación en una cumbre extraordinaria el 6 de marzo bajo la convocatoria de Costa, donde se discutirán posibles garantías de seguridad para Ucrania, destacando el rol central que el país ocupa en las prioridades de la política exterior de la UE y sus aliados.
Esta cumbre es un recordatorio del compromiso de las naciones europeas con la estabilidad y la paz en el continente, y se presenta como una oportunidad crucial para abordar de manera colectiva los desafíos que la guerra en Ucrania plantea para la seguridad europea y global. La reunión del domingo no solo busca reafirmar el inquebrantable apoyo a Ucrania sino también esbozar un camino hacia una resolución de conflicto que respete la integridad territorial y la soberanía de la nación afectada.
