El 2 de mayo de 2002, el lanzamiento de «Spider-Man» marcó un antes y un después en la industria del cine de superhéroes, aportando datos fascinantes sobre su producción. Previamente a que Sam Raimi fuera seleccionado como el director ideal por Sony, Chris Columbus, conocido por su trabajo en Harry Potter, y Tim Burton, famoso por «Merlina», fueron considerados para tomar las riendas del proyecto. Raimi, quien después dirigiría para Marvel Studios «Doctor Strange en el Multiverso de la Locura», junto a rumores que lo posicionan al mando de futuras películas de Spider-Man, finalmente fue el elegido.
El reparto de «Spider-Man» pudo haber sido muy distinto. Leonardo DiCaprio estuvo muy cerca de interpretar a Peter Parker, pero la esposa de Raimi convenció al director de que Tobey Maguire, tras verlo en «The Cider House Rules», sería la elección perfecta. Para el papel del Duende Verde, nombres como Robert De Niro y Mel Gibson figuraron entre los posibles candidatos. Aunque Elizabeth Banks terminó en un rol secundario, originalmente audicionó para el papel de Mary Jane, pero fue considerada mayor para el papel en comparación con Maguire.
Un elemento icónico de la película, el beso invertido entre Spider-Man y Mary Jane, interpretada por Kirsten Dunst, presentó desafíos únicos durante su filmación. Dunst describió la experiencia como exasperante debido a las complicaciones provocadas por el agua y el aire, dificultando la ejecución de la escena, a punto tal de tener que repetir la toma numerosas veces.
Además, se reveló que existió la posibilidad de un crossover entre «Spider-Man» y «X-Men», con Hugh Jackman listo para grabar una aparición especial. Sin embargo, la imposibilidad de obtener el permiso de Fox para usar el traje de Wolverine resultó en la cancelación de esta colaboración anticipada.