En un giro inesperado en la investigación de un mortífero ataque en el oeste de Alemania, el presunto autor se entregó a las autoridades en las primeras horas de hoy. El individuo, de 26 años, fue detenido inmediatamente después de confesar su responsabilidad en los hechos que conmocionaron a la nación. La policía, en un comunicado, señaló que la implicación del joven está siendo minuciosamente examinada.
Herbert Reul, ministro del Interior de la región de Renania del Norte-Westfalia, confirmó a la televisión pública que el individuo capturado es el buscado por el ataque ocurrido en la plaza del mercado de Solingen. Reul destacó que el detenido es «sospechoso en grado sumo», y reveló que importantes pruebas apuntan hacia él como el autor de la agresión. El sospechoso, actualmente bajo interrogatorio, se había convertido en el objetivo principal de una intensa búsqueda policial desde el ataque.
El impactante suceso se registró en el corazón de Solingen, donde un festival celebrado con motivo del 650 aniversario de la ciudad congregó a miles de personas. Según reportes, el atacante apuñaló de manera aleatoria a los viandantes, resultando en tres muertes instantáneas y varios heridos en estado crítico. La violencia desatada y la subsiguiente huida del agresor sembraron el pánico y desataron una operación policial a gran escala.
Las autoridades alemanas revelaron que el detenido, de origen sirio, había obtenido un permiso de residencia por protección subsidiaria en 2022 y hasta el momento del ataque no había llamado la atención de las fuerzas de seguridad. Añadieron que al momento de su arresto aún llevaba ropa manchada de sangre, sugiriendo que se había mantenido escondido desde el momento del ataque.
Además del detenido, la policía había apresado a un adolescente de 15 años en sospecha de estar al tanto de los planes del atacante, aunque el papel exacto del joven en el incidente sigue bajo investigación. Las autoridades alemanas también se encuentran analizando la veracidad de un comunicado emitido por el Estado Islámico (EI), que reivindicó la autoría del ataque como un acto de venganza en nombre de los musulmanes en Palestina y otras partes del mundo.
Esta tragedia subraya los desafíos en materia de seguridad y la amenaza del terrorismo global, incluso en lugares donde prevalece la paz. Las autoridades continúan investigando los detalles y motivaciones detrás de este brutal ataque, al tiempo que el país y la comunidad internacional esperan respuestas.