La inesperada noticia del fallecimiento de Caritina Goyanes la tarde del lunes, 26 de agosto, sacudió el panorama televisivo, en particular a los programas vespertinos de mayor audiencia en España, Y ahora, Sonsoles y TardeAR. El manejo de esta delicada información por parte de los magacines dirigidos por Sonsoles Ónega y Ana Rosa Quintana, respectivamente, ha estado en el centro de la controversia debido a las diferentes estrategias adoptadas para comunicar el suceso, levantando una ola de críticas particularmente contra el programa de Telecinco.
El programa Y ahora, Sonsoles fue criticado por no haber informado previamente a los colaboradores en el plató sobre la difusión de la noticia, encontrándose entre ellos Lolita, quien mantiene una estrecha amistad con la familia de Goyanes. La situación fue manejada de manera diferente en TardeAR, aunque este no se libró del descontento del público. La polémica se avivó aún más cuando, en un inoportuno momento, la periodista Pilar Vidal reveló en Antena 3 que Caritina Goyanes había descubierto recientemente un secreto significativo sobre su marido, lo que intensificó el ya delicado ambiente.
Tras la tempestad de críticas, Pilar Vidal se vio obligada a enfrentar las consecuencias de sus acciones, admitiendo su error al día siguiente en el espacio matinal Espejo Público. "Desde que conté esto ayer no estoy bien. Ante todo, quiero pedir disculpas a su familia por si algo de lo que yo conté ahí, que ellos saben que es real, les ha podido dañar", fueron las palabras con las que Vidal buscó redimirse ante el público y la familia afectada.
Sin embargo, fue en la tarde del miércoles, 28 de agosto, cuando Vidal tuvo la oportunidad de volver al programa donde se desencadenó la controversia, Y ahora, Sonsoles, y recibió un gesto de apoyo por parte de la presentadora. Sonsoles Ónega, en un intento de pasar página y quizás también de calmar las aguas, defendió a su colega ante la audiencia. "¡Oye ya, borrón y cuenta nueva, Pilar Vidal!", exclamó Ónega, destacando la importancia de trabajar en equipo y de enfrentar juntos los errores cometidos. Esta defensa pública arrancó aplausos en el estudio y marcó un punto de inflexión en la manera en que el medio se enfrenta a los errores propios y a la gestión de crisis.
Este episodio deja al descubierto las complejidades y los desafíos que enfrentan los medios de comunicación en la era de la información instantánea, así como la responsabilidad que conlleva comunicar noticias de índole personal. La línea entre informar y herir sensibilidades jamás ha sido tan delgada, y el caso de la cobertura del fallecimiento de Caritina Goyanes será, sin duda, objeto de análisis y reflexión en el ámbito periodístico para adelante.
