En un giro sorpresivo e inesperado, la ermita de Nuestra Señora del Mirón en Soria se ha convertido en el centro de atención nacional tras una polémica restauración que muchos ya comparan con el famoso ‘Ecce Homo’ de Borja. Sin aviso previo, este edificio religioso ha sido objeto de una intervención que ha transformado su decoración de un tradicional estilo sobrio a una paleta de colores vivos y figuras que científicos califican de caricaturescas. El cambio más chocante viene de la mano de los querubines de la ermita, que lucen ahora labios pintados, cejas definidas y hasta expresiones de preocupación, dejando perplejos a los residentes locales y visitantes por igual.
Desde la Asociación de Conservadores Restauradores de España (ACRE), este evento ha sido descrito como «un atentado al patrimonio cultural de Soria», evidenciando la gran preocupación que existe en el sector por la conservación de su riqueza histórica y cultural. Sin embargo, la cobertura mediática del caso ha oscilado entre la gravedad de la situación y una ligera dosis de humor, como mostró el programa de Antena 3, YAS Verano, donde, a pesar de las críticas, se han tomado el acontecimiento con cierta sorna, llegando a comparar uno de los angelotes remozados con un «crossfitero» debido a su apariencia musculosa.
Esta actitud ha generado un amplio espectro de reacciones. Mientras algunos, como Susana, una vecina de Soria, han optado por tomar la situación con humor, comentando jocosamente la nueva apariencia musculosa de los ángeles y comparándolos con Hulk si fueran pintados de verde, otros la han recibido con mucha menos gracia. Es el caso de la abogada Teresa Bueyes, quien expresó un profundo malestar ante la falta de respeto percibida hacia el patrimonio eclesiástico, calificándola de «aberración» y «salvaje».
El asunto ha escalado hasta el punto en que el presidente de la ACRE, Francisco Manuel Espejo, tuvo que intervenir en el programa para recalcar que la situación no debe tomarse a la ligera, insistiendo en el grave daño que este tipo de intervenciones suponen para el patrimonio cultural. Ante esta reprimenda, Pepa Romero, presentando temporalmente YAS Verano, se vio en la situación de pedir disculpas públicas, asumiendo que la intención nunca fue mofarse del patrimonio ni de la profesión de la restauración, subrayando el respeto que merecen ambos.
Este nuevo caso de restauración cuestionable ha reavivado el debate sobre la supervisión y los estándares de calidad requeridos para intervenir en obras de relevancia histórica y cultural. Mientras que algunos ven en estos episodios una oportunidad para reflexionar y aprender, elevando la conciencia sobre la importancia de la preservación patrimonial, otros temen que estos eventos se conviertan en un atractivo turístico que desvirtúe el verdadero valor de las piezas afectadas. Lo que es seguro es que la ermita de Nuestra Señora del Mirón ya ha quedado inscrita en la memoria colectiva, uniendo su destino al de obras como el Ecce Homo de Borja en el complicado mundo de la restauración patrimonial.