Abraham, al ver a Concha, percibió a una señora mientras él buscaba a una chica joven. Su cara mostró decepción. «No es lo que yo esperaba», comentó el soltero, que estaba en busca de un amor más joven que su cita. Ni las bromas de Sobera lograron sacarle una sonrisa. Abraham se mostró desilusionado, dejando claro que su interés no coincidía con la propuesta del programa. La situación generó un momento incómodo, revelando las expectativas divergentes entre Abraham y Concha desde el principio de su encuentro en ‘First Dates’.
Concha comenzó la cena contando a Abraham que es viuda desde hace cuatro años y que no ha vuelto a tener pareja. Se casó a los 18 años y estuvo casada durante 48 años. Le gusta viajar, pasear y bailar. Aunque aún no está muy abierta al amor, siente que debe abrirse poco a poco para encontrar a alguien especial. Abraham la escuchó atentamente, aunque su decepción inicial aún era evidente. Concha, sin embargo, se mostró optimista y esperanzada en la posibilidad de encontrar una nueva ilusión en su vida.
Abraham mencionó su gusto por el billar, el karaoke y los juegos de mesa. Concha también disfruta del dominó y juega a las cartas con sus hermanas los fines de semana. Parecía que podría haber un buen feeling entre ambos por sus aficiones compartidas en First Dates, más Sin embargo, Abraham se mostró desanimado, ya que la cita no estaba resultando como esperaba. «Esperaba a alguien más jovial, más divertida, más explosiva», comentó. Aunque compartían intereses, la diferencia en sus expectativas fue evidente, y Abraham no pudo ocultar su decepción.
Concha, casi al borde de marcharse, comentó en First Dates que los hombres así le dan asco. Al preguntarle si estaba jubilado, Abraham respondió que había pedido una mujer menor de 60 años y que no le habían hecho caso. Aunque él se siente joven y le gustan las mujeres jóvenes, Concha dejó claro que no era el hombre para ella: «Los hombres así me dan asco, no asimilan la edad que tienen». La tensión entre ellos se hizo palpable, con Concha reafirmando su decisión de no continuar con alguien que no valora la realidad de su edad.
Llegaba el momento de contestar la clásica pregunta de First Dates, sobre si tendrían una segunda cita. En este caso, la decisión estaba clara para ambos desde hace tiempo. Ninguno de los dos quiso tener esa segunda cita. Concha no dudó en dejarle las cosas claras a Abraham, diciéndole que no se había portado bien con ella. La situación se cerró con una despedida tensa, dejando claro que las diferencias entre sus expectativas y actitudes eran irreconciliables. La cita terminó sin posibilidades de reconciliación.