En un ambiente cargado de tensiones, Carlo Costanzia hizo una aparición significativa en el programa ¡De viernes!, justo cuando Belén Esteban desató una serie de acusaciones contra él y su familia. Esteban denunció haber recibido amenazas de su entorno para que mantuviera silencio, lo que añade una capa de dramatismo a la ya compleja historia que rodea a los protagonistas de esta trama.
Durante su intervención en el programa, Carlo no se guardó nada al criticar el libro Mar en calma, de Mar Flores, su expareja, calificándolo de «lleno de falsedades». Visiblemente molesto, Costanzia aseguró que cualquier referencia que se haga de él en el texto es incorrecta. “Las cosas referidas a mí son falsas. Voy a pedir amparo a la justicia”, declaró con firmeza, dejando claro que no se quedaría de brazos cruzados ante las afirmaciones de Flores.
El empresario se aventuró aún más al defender su honorabilidad, refiriéndose a los años de relación que compartió con la modelo. Según su relato, no fue él quien fue infiel durante la relación, sino Mar. “Ella estaba en la casa de Javier Merino cuando le hablé. Él me decía que Mar le había dicho que ya estábamos divorciados”, reveló, detallando un episodio lleno de confrontación. Costanzia describió cómo Mar admitió tener una relación con otro, aunque afirmando que “si lo dejaba, ella quería volver conmigo”.
Sus comentarios no solo fueron cargados de emoción, sino que también provocaron una oleada de reacciones en redes sociales, donde muchos reprocharon la crudeza de su narrativa. “Debía llamar a la Guardia Urbana para dirigir el tráfico de los tíos que estaban por su casa”, sentenció, lo que desató indignación en los cibernautas.
La conversación también tocó su rol como padre de un hijo con Mar Flores, una faceta en la que Costanzia se sintió profundamente frustrado. “He vivido un infierno como padre por casi 10 años”, comentó, haciendo alusión a conflictos sobre la custodia y a la atención que ha tenido que brindar a su hijo durante episodios de adicción. “Yo nunca he visto a la madre” en esas circunstancias, señaló, generando aún más tensión en la discusión.
El intercambio acalorado en ¡De viernes! mostró cómo las viejas rencillas pueden resurgir en cualquier momento, especialmente cuando se trata de figuras públicas cuyas vidas están expuestas al escrutinio constante. Con cada declaración, Carlo Costanzia y Belén Esteban enfrentan no solo sus disputas personales, sino también la mirada crítica de una audiencia que sigue de cerca cada desarrollo.
