Los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial del Sescam (Satse, CESM, CSIF, Usicam, USAE, CCOO y UGT) han presentado este jueves en el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, más de 21.000 firmas de profesionales sanitarios de la región solicitando la recuperación de la carrera profesional sanitaria.
En declaraciones a los medios, el secretario de Acción Sindical de Satse en la región, Ángel García, ha comentado que esta es «una acción más» de los sindicatos para pedir al Ejecutivo autonómico que «recapacite» y «por fin» retome el proceso de recuperación de la carrera profesional, recordando que Castilla-La Mancha es «la única» comunidad autónoma en la que aún no se ha restablecido.
En su opinión, estas más de 21.000 firmas simbolizan «el sentir mayoritario» de los profesionales sanitarios de la región, lamentando que no ha habido contacto por parte del Gobierno autonómico con los sindicatos desde primeros de este año, cuando les enviaron una propuesta «inviable» que pretendía retomar la carrera en el año 2027.
García ha advertido que los profesionales se van a marchar a trabajar «donde tengan mejores condiciones» y la Comunidad Autónoma corre el riesgo de que haya sanitarios que se marchen a otras regiones «donde sí se les reconozcan estos hechos».
Por su parte, Rosa Sarabia, delegada de CESM, ha insistido en que es «muy grave» que a los sanitarios de la región no se les reconozca su «formación, trabajo y entrega a la población de Castilla-La Mancha», recordando que el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, «se comprometió» a retomar la carrera profesional sanitaria en 2015 y de nuevo en 2019.
«Los sanitarios están dispuestos a llegar donde haga falta. Le pedimos por favor que se lo replantee, que recapacite e introduzca la carrera profesional en los próximos presupuestos de 2023», ha proseguido.
Finalmente, el secretario general de CESM en Castilla-La Mancha, José Luis Jiménez, ha puesto el foco en que hay un grupo de trabajadores que solicitaron el reconocimiento del grado en 2010 pero que se vieron afectados por la paralización de la carrera profesional sanitaria, considerando que están en un «agravio comparativo» con el resto del personal y apuntando que deberían ser «los primeros que tendría que cobrar ya».
