Las autoridades israelíes mantienen silencio tras la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniya, mientras el espacio aéreo en el norte de Israel permanece cerrado
El grupo islamista Hamás ha confirmado la muerte de su líder, Ismail Haniya, en un ataque atribuido a Israel. El incidente ocurrió en la madrugada del miércoles en Teherán, la capital iraní, donde Haniya se encontraba de visita oficial. Esta acción ha sido catalogada por Hamás como una grave escalada que no logrará sus objetivos. Uno de sus portavoces, Sami Abu Zuhri, así lo ha declarado.
En respuesta, Moussa Abu Marzuk, otro alto responsable del movimiento palestino, ha calificado el ataque de “acto cobarde que no quedará impune”. Las declaraciones fueron recogidas por la cadena de televisión Al Aqsa, medio afiliado a Hamás, e informadas por Al Jazeera. Hasta el momento, las autoridades israelíes no han emitido ningún comunicado oficial sobre el incidente.
Medidas de seguridad en Israel tras el ataque
A pesar de la gravedad del incidente, el ejército israelí ha decidido no elevar el nivel de alerta militar. Sin embargo, como medida preventiva, Israel ha cerrado el espacio aéreo en toda la mitad norte del país. Esta decisión busca prevenir posibles represalias y asegurar la protección de su población.
Mientras tanto, Irán ha emitido una advertencia a Israel, indicando que “se arrepentirá de su cobarde acción”. Los líderes palestinos también han condenado enérgicamente el asesinato de Haniya, lo que ha incrementado las tensiones en la región. Esta situación refleja la volatilidad y la complejidad del conflicto árabe-israelí.
Reacciones internacionales y posibles consecuencias
El asesinato de Ismail Haniya ha generado una serie de reacciones internacionales. Los líderes palestinos han mostrado su rechazo total a este acto y han prometido que no quedará sin respuesta. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los eventos y sus posibles repercusiones.
Es probable que este ataque provoque un aumento en la violencia y las tensiones en la región. La comunidad internacional hace un llamado a la calma y al diálogo para evitar una escalada mayor. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por varios gobiernos y organizaciones internacionales.