Los Reyes Magos fundieron la helada mañana de varios grados bajo cero del pasado 6 de enero. Alrededor de las diez de la mañana, aparecieron en la calle Mayor para iniciar la ronda por las residencias de mayores de la ciudad en la víspera del día de reyes. Los recibió la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, que los acompañó en su recorrido, encabezando la delegación municipal.
Melchor, Gaspar y Baltasar, junto a sus pajes, visitaron las residencias de San Mateo, Saturnino López Novoa, La Alameda, y a las Monjas Ursulinas y Clarisas. Este año les ha acompañado el sonido de la dulzaina y del tamboril, tan típico de Sigüenza, llevando con él el regocijo de la Navidad, y anunciando que, después de la Navidad, llega San Vicente. José Antonio Arranz y Carlos Blasco, gaitero y redoblante, se han encargado de engalanar musicalmente el paseo de los Reyes Magos, intercalando entre los villancicos, también algún pasodoble. Todos los mayores han recibido caramelos y un detalle, que consistió en una bolsa de aseo, pero sobre todo, la alegría de volver a ser niños.
«Cuando Sus Majestades estaban a punto de terminar su recorrido, se iniciaba la Ronda Infantil, la última del año, o la penúltima, que nunca se puede decir que es la última», como puntualizaba Daniel Sopeña, uno de sus organizadores, como integrante de la Asociación Seguntina de Folklore. «Antes, los niños de Sigüenza se habían acercado al Centro Cultural El Torreón para aprender cómo hilar los versos de la Navidad Seguntina en un novedoso taller de coplas. Les hemos enseñado a rimar las estrofas, y han disfrutado de la Ronda, que de eso se trata», añadía Sopeña. Ha acompañado la Ronda la concejala de Cultura», Ana Blasco.
Al finalizar la mañana, y ya con una buena temperatura, los Reyes Magos desaparecieron, para volver a aparecer hacia las 17:45, muy puntuales, en la estación del tren de Sigüenza, provenientes de la de Baides. Allí los esperaban dos carrozas, la Real y otra más, con personajes de la Patrulla Canina, que los seguntinos prepararon este año de manera adicional para recibirlos.
El recorrido de la Cabalgata también se alteró este año, en una parte, para hacerlo accesible al paso de las dos carrozas. Cerca de las seis, y rodeados de niños, sus Majestades salían desde Alfonso VI, seguían por ïo XII y José Villaviciosa, para entrar en el corazón de la ciudad por la calle del Cardenal Mendoza, hasta la Plaza Mayor, en una Cabalgata que resultó multitudinaria. Más de 2.000 personas la han seguido en distintos puntos del recorrido, o acompañado hasta su final. Como en la mañana la dulzaina, también por la tarde la comitiva real estuvo acompañada por música, en este caso, la Banda de Corneta y Tambores de la Vera Cruz, cuyo sonido sigue mejorando.
Al filo de las siete y media de la tarde, los orientales, y sus pajes, repartían a cuantos niños se han querido acercar a saludarles, cerca de seiscientos regalos. La fiesta navideña terminaba con roscón y chocolate para todos los presentes, y con el sorteo de los Reyes Majos, que una vez más ha organizado AES Sigüenza para favorecer el comercio de proximidad en el municipio. A eso de las nueve, y ya de nuevo con el termómetro bajo cero, Sus Majestades desaparecían de la Plaza Mayor, para llevar la ilusión a todos los hogares, en la noche más mágica del año. En todo caso, Sigüenza ya tiene la mente puesta en la hoguera de San Vicente.