El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha decidido renunciar a su cargo en un movimiento estratégico que anticipa una crucial reunión del Partido Liberal Democrático (PLD). La dimisión, presentada en una rueda de prensa convocada de urgencia, se produce tras resultados electorales negativos que han erosionado su apoyo dentro del partido. Ishiba expresó que su salida del liderazgo del PLD elimina la necesidad de unas primarias extraordinarias, reafirmando su responsabilidad ante la reciente pérdida de la mayoría en la Cámara Alta.
Ishiba, quien mantendrá interinamente su cargo hasta que se elija un sucesor, describió el acuerdo comercial alcanzado con Estados Unidos como un «hito» y animó a su sucesor a mantener y fortalecer la alianza con naciones clave. En medio de su renuncia, hizo hincapié en la importancia de abordar cuestiones internas como el envejecimiento demográfico y la revitalización de zonas rurales, aspectos críticos que han sido objeto de creciente preocupación durante su mandato.
El líder japonés también subrayó la necesidad de enfrentar el desafío de la cercanía entre Corea del Norte, Rusia y China, instando a fortalecer las capacidades disuasorias del país. Esta decisión llega en un contexto de creciente presión interna en el PLD tras perder la mayoría en elecciones recientes, dando paso a un gobierno en minoría, una situación inusual en la historia política japonesa.
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