El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha se encuentra en un proceso de evaluación y mejora de la seguridad en el laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Toledo, en respuesta a una denuncia realizada por el sindicato CSIF sobre una posible intoxicación por sustancias nocivas, como el formaldehído. Sin embargo, el Gobierno regional ha desmentido la existencia de «causa de riesgo» en la situación actual del laboratorio.
Durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la consejera portavoz, Esther Padilla, subrayó que se están tomando medidas para garantizar el «correcto funcionamiento» de los equipos en el laboratorio y las instalaciones de climatización. Además, informó que se ha contratado a una empresa externa para llevar a cabo mediciones de compuestos orgánicos volátiles y a un laboratorio externo para evaluar la calidad del aire interior.
Padilla enfatizó que la prioridad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha es asegurar tanto la salud de los pacientes como la de los trabajadores del hospital. A pesar de que no se ha identificado ningún riesgo objetivo, se mantienen las medidas de protección y se continúa investigando el asunto con el fin de garantizar un entorno seguro. La situación ha generado preocupación entre los trabajadores, pero las autoridades sanitarias aseguran que están tomando las decisiones necesarias para abordar cualquier inquietud que pueda surgir.