El director general de Recursos Humanos y Transformación del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Iñigo Cortázar, ha inaugurado esta semana un curso de formación en Bioética dirigido a los miembros de los Comités de Ética Asistencial constituidos en las diferentes gerencias. El objetivo de esta formación es fortalecer estos órganos consultivos para mejorar la calidad de sus decisiones en beneficio de los derechos y la dignidad de los pacientes.
Cortázar, acompañado por el director de la Fundación Ciencias de la Salud, Diego Gracia, ha destacado el interés suscitado por este curso de formación, que en su primera edición cuenta con la participación de una treintena de personas, entre las que se encuentran presidentes, vicepresidentes y secretarios de los Comités de Ética Asistencial. Además, el director general ha adelantado que se programarán más ediciones para que puedan participar todos los integrantes de los Comités.
«La formación continuada en Bioética es esencial para adaptarse a los cambios y nuevos desafíos que emergen con los avances tecnológicos y científicos en salud», ha afirmado Cortázar, subrayando que la actualización constante de conocimientos y habilidades asegura una respuesta efectiva a las necesidades éticas actuales. Asimismo, ha resaltado que la formación en Bioética «ha sido, es y será una de las prioridades del Sescam», destacando que este curso sirve para celebrar los 18 años de existencia de los Comités de Ética Asistencial, cuyo objetivo es formar a sus miembros en metodología deliberativa, un aspecto clave para su óptimo funcionamiento.
Los Comités de Ética Asistencial desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones en el ámbito de la salud, abordando dilemas éticos surgidos en la práctica clínica y en la investigación. Cortázar ha enfatizado que la formación en metodología deliberativa, centrada en el diálogo y la reflexión colectiva, proporcionará a los miembros las herramientas necesarias para analizar y debatir estos dilemas de manera estructurada y profunda.
El curso abarca desde el conocimiento teórico de los fundamentos de la ética médica hasta la aplicación práctica de técnicas de deliberación, lo que permitirá un proceso de toma de decisiones más informado y equitativo. Este tipo de formación promueve la inclusión de diversas perspectivas y la consideración de los intereses de todos los involucrados, contribuyendo así a la legitimidad y aceptación de las decisiones tomadas por los comités.
En un contexto sanitario cada vez más complejo y diverso, donde las decisiones pueden tener profundas implicaciones para los pacientes, sus familias y los profesionales de la salud, la formación se considera esencial. «Este curso nos va a permitir fortalecer los Comités de Ética Asistencial porque no solo va a contribuir a mejorar la calidad de las decisiones éticas, sino que también va a fortalecer la confianza en estas instituciones», concluyó Cortázar, enfatizando la importancia de que las decisiones que adopten estén bien fundamentadas y respeten los derechos y la dignidad de los pacientes.