El director gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Alberto Jara, ha calificado de «desproporcionada» la solicitud del sindicato CSIF de cerrar de forma cautelar el laboratorio de anatomía patológica del Hospital Universitario de Toledo, en respuesta a una fuga de gases tóxicos que ha estado ocurriendo desde noviembre del año pasado. Durante una rueda de prensa en Toledo, junto a la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, Jara enfatizó que ni los datos ni la opinión de los expertos respaldan tal medida.
Jara argumentó que cerrar el laboratorio podría afectar a medio millón de habitantes, además de impactar a otras áreas de la región, dado que se procesan aproximadamente 80.000 muestras al año, de las cuales el 50% están relacionadas con procesos oncológicos. “No se puede de forma arbitraria pedir que se cierre”, afirmando la necesidad de basarse en la evidencia y en la opinión de los profesionales.
En cuanto a los recientes informes sobre altos niveles de formaldehído, Jara apuntó que han tomado medidas preventivas adecuadas, como la implementación de equipos de protección y la sectorización del laboratorio. Este jueves, los niveles de formaldehído fueron elevados en un muestreo, lo que llevó a las autoridades a tomar decisiones cautelares respaldadas por especialistas.
Hoy mismo, se llevará a cabo una reunión con la Inspección de Trabajo para discutir estos hallazgos y seguir evaluando la situación. Jara también destacó el esfuerzo colaborativo del equipo directivo y los servicios de prevención de riesgos laborales, así como de ingeniería y mantenimiento, para identificar la causa de estos incidentes, que han ocurrido desde el 26 de noviembre.
Por último, hizo un llamado a evitar la politización de la situación, reiterando la importancia de permitir que los expertos y responsables trabajen en la búsqueda de soluciones relacionadas con la salud y seguridad de los trabajadores en el laboratorio.