El servicio de Nefrología del Hospital de Guadalajara participa en un estudio nacional que revela las ventajas del uso del citrato en el tratamiento de hemodiálisis

El servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha participado en un estudio multicéntrico nacional promovido por la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y coordinado por profesionales de Nefrología del Hospital Infanta Leonor.

El objetivo del trabajo era tratar de comprobar las ventajas que ofrece la hemodiálisis con líquido dializante a base de citrato (LDC) frente al líquido dializante a base de acetato (LDA) en lo referido al metabolismo del calcio, fósforo y magnesio, el equilibrio ácido base, la coagulación, la inflamación y la estabilidad hemodinámica.

Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista de la Sociedad Española de Nefrología y vienen a confirmar las ventajas que ofrece el citrato frente al acetato y sus beneficios relativos a la coagulación y una mejor tolerancia al tratamiento. En este sentido, se ha observado que en el caso del LDC disminuyen los episodios de hipotensión arterial, que es una complicación frecuente en las personas tratadas con hemodiálisis, y también evita que la sangre se coagule, ofreciendo así menos problemas de obstrucción en los dispositivos empleados en dicho tratamiento.

Para ello, además del citado Hospital Infanta Leonor, se ha contado con la colaboración de las unidades de Diálisis del Hospital Santa Lucía de Cartagena (Murcia), el Hospital Galdakao en Vizcaya, los hospitales madrileños Doce de Octubre e Infanta Sofía, el Complejo Hospitalario de Ourense y el Virgen del Rocío en Sevilla, además del Hospital de Guadalajara, donde el estudio estuvo coordinado por el nefrólogo Luis Alberto Blázquez Collado.

En el estudio, iniciado en 2016, han participado un total de 56 pacientes en tratamiento de hemodiálisis, cinco de ellos en el caso del Hospital de Guadalajara, estables y con una media de edad de 65 años. El líquido dializante se crea en el momento mezclando agua tratada, concentrado de bicarbonato y concentrado ácido, y es este último elemento, que ejerce de estabilizante, el que puede contener acetato o citrato.

Así, durante 32 semanas se trabajó con dos grupos de pacientes: en uno de ellos se empleó durante 16 semanas líquido dializante de acetato y en el otro grupo se utilizó líquido dializante de citrato, y se alternaron en las 16 semanas restantes para finalmente comparar los resultados.

Cuando se realizan estos estudios, ha explicado el jefe de Nefrología del Hospital de Guadalajara, Gabriel de Arriba, es interesante la participación de distintos centros porque entre los pacientes de distintas áreas geográficas puede haber resultados diferentes en función de la edad o circunstancias ambientales o sociales.

“Para la viabilidad de estos estudios resulta importante contar con la participación de distintos centros, especialmente en la época que vivimos de Big Data o datos globales, y para nosotros estos estudios también resultan enriquecedores porque permiten aprender de la experiencia recabada por otros centros”, ha señalado.

Por todo ello, el doctor De Arriba ha agradecido que se haya contado con el Hospital de Guadalajara en este trabajo y ha valorado la implicación de los profesionales del servicio a la hora de participar en estudios de investigación “que son la única forma posible de seguir avanzando”, con especial mención al personal de Enfermería y Auxiliar, además de agradecer la colaboración demostrada por los pacientes.

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