La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Toledo, que forma parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha recibido el reconocimiento de la Sociedad Española de Cardiología al ser galardonada con el Premio al mejor artículo publicado en su revista científica. Esta distinción se debe a un estudio sobre la readaptación funcional basada en el ejercicio físico terapéutico en pacientes que sufren de covid persistente, denominado Recover.
El doctor Alejandro Berenguel, quien se desempeña como responsable de la Unidad, ha liderado esta investigación en colaboración con cardiólogos de diversos hospitales, incluyendo los de Toledo, Barcelona y Vizcaya, así como con investigadores de la Escuela Central de Educación Física de Toledo y del Departamento de Fisiología y Metabolismo de la Universidad de Colorado.
En una nota de prensa proporcionada por la Junta, el doctor Berenguel destacó que el síndrome de covid persistente es un fenómeno común que se presenta tras la infección aguda por SARS-CoV-2, y que la intolerancia al ejercicio es uno de los síntomas más prevalentes y debilitantes en estos pacientes. «La evidencia reciente, incluida la aportada por nosotros en un trabajo publicado anteriormente, sugiere que parte del origen de los síntomas puede estar relacionado con una disfunción muscular, especialmente a nivel mitocondrial, lo que indica que el ejercicio podría ser un tratamiento eficaz», manifestó el investigador principal.
El estudio involucró a 50 pacientes a lo largo de un periodo de 15 meses y se centró en evaluar la eficacia de un programa de ejercicio físico terapéutico concurrente. Este programa fue diseñado e implementado por entrenadores especializados (graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) y buscó mejorar la capacidad funcional de los pacientes, la cual fue valorada mediante ergoespirometría (VO2). Todos los participantes eran adultos de entre 18 y 65 años que presentaban síntomas compatibles con covid persistente al menos 12 semanas después de la infección, tales como astenia o disnea de esfuerzo.
Los resultados demostraron, por primera vez, que este tipo de programa de entrenamiento no solo mejora de manera significativa la capacidad funcional objetiva de los pacientes, medida a través del VO2 y la fuerza neuromuscular, sino que también impacta positivamente en todas las escalas subjetivas de calidad de vida. Este hallazgo se convierte en una alternativa terapéutica valiosa para aquellos que padecen de covid persistente.