Segunda Moción de Censura Contra Yoon Sacude el Parlamento de Corea del Sur en Menos de Una Semana

En Seúl, la capital de Corea del Sur, la tensión política ha alcanzado un punto álgido ya que la Asamblea Nacional ha iniciado este sábado la sesión para votar una moción que podría desembocar en la destitución del actual presidente, Yoon Suk-yeol. La moción se produce en un contexto de agitación política y social, solo una semana después de que un intento similar fracasara debido a un boicot liderado por el partido del primer ministro.

La controvertida decisión del presidente Yoon, de decretar la ley marcial el 3 de diciembre, ha sido el catalizador de esta moción, generando un clima de incertidumbre y división en el país. Según las reglas parlamentarias, son necesarios los votos de al menos ocho parlamentarios del Partido del Poder Popular (PPP), al que pertenece Yoon, para que la moción de destitución prospere. Hasta el momento, siete legisladores han manifestado públicamente su apoyo a la moción, lo que hace prever que el resultado podría ser muy ajustado.

El PPP ha mantenido reuniones a puerta cerrada intentando aclarar su postura oficial antes de la votación. La atención del país está puesta en este debate, ya que una votación a favor de la moción significaría que Yoon quedará inhabilitado inmediatamente, dejando al primer ministro Han Duck-soo al mando del estado de forma interina hasta que el Tribunal Constitucional determine la legalidad de la declaración de ley marcial por parte del presidente.

Los comentarios de Yoon, quien en una intervención televisada defendió su decisión de decretar la ley marcial como un medio para «salvar» la democracia en Corea del Sur de lo que él considera actos antiestatales por parte de la oposición, han polarizado aún más la opinión pública.

Las calles de Seúl y otras ciudades del país han sido escenario de masivas manifestaciones tanto a favor como en contra de la destitución del presidente. En Seúl, alrededor de 200,000 personas se registraron para participar en una manifestación convocada frente a la Asamblea Nacional, con la participación de unas 85,000 personas confirmadas por la policía antes del inicio de la sesión parlamentaria.

Este momento crítico para la democracia surcoreana se desarrolla bajo la atenta mirada de la comunidad internacional, mientras el país se encuentra dividido entre quienes apoyan al presidente Yoon y quienes demandan su destitución inmediata. La resolución de esta crisis política no solo determinará el futuro inmediato de Yoon Suk-yeol, sino que también puede tener implicaciones duraderas para la estabilidad política y social de Corea del Sur.

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