Lanzada en 1995, la película dirigida por David Fincher se ha convertido en una pieza icónica del cine moderno, conocida por su narrativa inquietante y su crítica a las sombras más oscuras de la humanidad. La obra, cuya duración es de aproximadamente 127 minutos, se presenta en inglés, su idioma original, sumergiendo a la audiencia en un thriller que combina elementos del crimen, el misterio y el drama de forma magistral.
El film gira en torno a la cacería desesperada de dos detectives, interpretados por Brad Pitt y Morgan Freeman, quienes se encuentran en la búsqueda de un asesino en serie cuyos crímenes están inspirados en los siete pecados capitales. La elección del elenco principal no podía ser más acertada, con Pitt dando vida al joven e impulsivo detective David Mills, y Freeman al experimentado y reflexivo detective William Somerset, cuya química en pantalla no solo es palpable sino también fundamental para el desarrollo de la trama.
La trama se desenvuelve en una ciudad sin nombre, que bien podría ser cualquier gran urbe de Estados Unidos, creando una atmósfera opresiva y a la vez universalmente reconocible. Esta decisión de diseño, junto con la dirección de arte y la cinematografía, contribuye de manera significativa al tono sombrío que permea todo el film.
El título de la película, «Se7en» o «Seven», hace un uso inteligente de una numeración estilizada en su escritura para enfatizar la temática de los siete pecados capitales que estructura la narrativa. Aunque mayoritariamente se conoce como «Seven» en los países de habla hispana, también tiene su variante en español, «Pecados Capitales», que, si bien es menos utilizada, transmite de forma directa el núcleo temático al público.
La película fue aclamada por la crítica y recibió numerosos elogios por su guion, dirección, actuaciones y en particular, por su inesperado giro final, que ha sido objeto de análisis y debate desde su estreno. Su éxito no solo radica en la maestría técnica con la que fue creada sino también en la manera en que interpela a la audiencia, obligándola a reflexionar sobre la naturaleza del mal y la moralidad.
En resumen, «Se7en» no es solo una exploración de los límites de la justicia y la maldad humana, sino también un hito en la carrera de David Fincher y un referente ineludible del género de suspense y thriller psicológico. Con actuaciones memorables de Brad Pitt y Morgan Freeman, y un argumento que desafía al espectador hasta su impactante clímax, la película permanece como una obra fundamental en el panorama cinematográfico de finales del siglo XX.