El portavoz de Se Puede Villarrobledo, Mario de la Ossa, ha criticado el nuevo contrato que el Ayuntamiento de la localidad ha suscrito para la celebración del icónico festival ViñaRock, un acuerdo que, según recalca, se ha firmado para 15 años –con posibilidad de prórroga por 10 más–, «a ciegas y renunciando a mejoras culturales».
Tal y como han apuntado, ha sido en la mañana de este miércoles cuando una Comisión Extraordinaria en el Ayuntamiento ha debatido y votado el nuevo pliego de concesión del ViñaRock para los próximos 15 años más dos prórrogas de 5 años.
De la Ossa indicaba que la mañana había sido «decepcionante, tensa y muy dura» y es que, según indican desde SPV, el Partido Popular se habría negado en todo momento a introducir en el pliego de condiciones para la nueva contratación las mejoras propuestas por el partido municipal, ha informado en nota de prensa.
En primer lugar, Mario de la Ossa, denunciaba la «enorme y flagrante» falta de información con que han contado los grupos a la hora de poder actuar, ya que el Gobierno del PP «ha establecido un canon a la empresa desconociendo totalmente los márgenes de beneficio del festival, ya que no han querido molestar en estos 10 años a la empresa actual para pedirle unas cuentas que tiene obligación de facilitar».
De la Ossa indicaba que el valor a cobrar cada año –100.000 euros– se ha calculado en base al establecimiento de un porcentaje ligado al valor catastral del recinto.
Además, el Ayuntamiento «ha rechazado reclamar la parte que le corresponde de la venta de merchandising y royalties derivados de la explotación de la marca ViñaRock».
NEGATIVAS A LAS MEJORAS
Además, el PP «se ha negado a mejoras» como obligar a la concesionaria a ampliar el número de baños y duchas o la instalación de puntos ‘arcoíris’ y ‘violeta’.
Así mismo se refería a la «tajante» negativa del concejal el PP Bernardo Ortega a incluir en el pliego la obligación de incluir un mayor número de bandas femeninas en el cartel porque, según su argumento, «no hay tantos grupos de mujeres en España».
Tampoco se ha aceptado, según ha indicado, la inclusión de un espacio para bandas locales, ya que «no quieren obligar a la empresa a garantizarles una duración igual al resto en un horario de actuación decente y con una remuneración que dignifique su trabajo».
Otra de las críticas pasa por la gestión de entradas VIP, ya que según asegura SPV, el Ayuntamiento tendrá 500 entradas de este tipo que podrá repartir «sin registro público alguno».
