El Sindicato de Enfermería, Satse, ha emitido una grave denuncia sobre la situación de la contratación de personal sanitario en Ciudad Real. Según la información proporcionada, las gerencias de la provincia han comenzado a comunicar que, desde este mes de septiembre y hasta finales de año, no se llevará a cabo la contratación de enfermeras y fisioterapeutas para la sustitución de contingencias, como incapacidades temporales, reducciones de jornada y permisos.
Este anuncio genera serias preocupaciones en el colectivo de profesionales de la salud, dado que, según el sindicato, esta decisión representa un «grave riesgo tanto para la salud laboral de los profesionales como para la calidad de la atención que se presta a los usuarios».
Sara Oropesa, secretaria provincial de Satse Ciudad Real, ha expresado la frustración que sienten los profesionales sanitarios ante lo que consideran una falta de previsión en la gestión de los centros sanitarios. Oropesa ha advertido que esta situación está provocando un aumento del estrés entre las enfermeras, lo que pone en peligro tanto su seguridad como la de los pacientes debido a la sobrecarga laboral que genera esta política de no contratación.
Desde Satse Ciudad Real se hace hincapié en la necesidad de autorizar contratos que cubran al cien por cien las incapacidades temporales, reducciones de jornada, permisos y otros factores que afectan a la plantilla. El sindicato ha señalado que, dada la escasa cantidad de profesionales en los centros sanitarios, cualquier incidencia negativa puede llevar a un desequilibrio organizativo considerable.
Además, se exige un cambio en la política de contratación por parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) para garantizar condiciones de trabajo dignas y una atención de calidad para los usuarios. Satse Ciudad Real no descarta tomar medidas de presión si persiste esta situación crítica.
El sindicato ha enfatizado que la carencia de personal enfermero y fisioterapeuta implica que los profesionales que sí están trabajando deben asumir la carga de trabajo de sus compañeros ausentes. Esta falta de recursos no solo afecta el bienestar de los profesionales, sino que también puede incrementar la mortalidad de los pacientes, algo que ha sido respaldado por diversas investigaciones científicas que evidencian el impacto negativo de un déficit de personal en la atención sanitaria.