En un emotivo encuentro televisivo, Mayte Zaldívar compartió en el programa «¡De viernes!», el pasado 27 de septiembre, sus sentimientos y recuerdos sobre la reciente pérdida de su exmarido, el exalcalde marbellí Julián Muñoz, cuya muerte ha generado conmoción y un sinnúmero de reacciones. El espacio de crónica social de Telecinco no solo ofreció una plataforma para abordar la figura de Muñoz, sino que también propició momentos de gran carga emocional.
Durante la entrevista, realizada por Santi Acosta, el presentador encaró las críticas que han surgido en torno a cómo se ha gestionado la imagen post mortem del expolítico. Acosta expresó su postura frente a las opiniones divergentes, apuntando a la importancia de filtrar y discernir la validez de los comentarios recibidos. Su enfoque se centró en abordar la entrevista con respeto y sensibilidad hacia todos los involucrados.
El programa fue testigo de momentos íntimamente dolorosos para Zaldívar, quien, visiblemente afectada, compartió cómo fueron las últimas horas al lado de Muñoz, describiendo una despedida cargada de afecto y serenidad, en la que se vivió una emotiva vigilia hasta el último suspiro del exalcalde. La despedida, según relató, fue una experiencia compartida de amor y dedicación, en la que el tiempo pareció detenerse en honor a la presencia y el adiós de Muñoz.
Esta entrega especial del programa también sirvió para destacar la calidad humana y profesional de Santi Acosta. El presentador, conmovido por las palabras de Zaldívar y los reconocimientos de sus colegas, mostró su lado más humano frente a la audiencia, un aspecto que no pasó desapercibido durante la transmisión. José Antonio León y Patricia Pérez, junto a Beatriz Archidona, no dudaron en expresar su apoyo y admiración por el trabajo realizado por Acosta, quien reconoció el valor de las entrevistas realizadas por Muñoz y la generosidad en sus respuestas.
El fallecimiento de Julián Muñoz y su tratamiento en medios ha reavivado diversas perspectivas sobre su figura y legado, junto con el papel de los medios de comunicación en la narrativa de su vida y muerte. «¡De viernes!», al saltar de su habitual esquema semanal a una entrega especial, evidenció el poder de la televisión para reunir, conmemorar y reflexionar sobre las figuras públicas y los momentos que definen nuestra sociedad contemporánea.