Santa Rosalía de Palermo Resurge Tras 400 Años en la Renovada Iglesia de Pineda de Cigüenla

Santa Rosalía de Palermo rejuvenece 400 años después y regresa a la iglesia de Pineda de Cigüenla tras su restauración

Durante el último año, el Taller Provincial de Restauración ha culminado la cuidadosa restauración del cuadro de Santa Rosalía de Palermo, obra del reconocido artista flamenco David Teniers Junior. Data de 1669 y formaba parte del coro de la iglesia parroquial de Pineda Cigüela. La pintura, de impresionantes medidas aproximadas de tres metros de alto y dos de ancho, presentaba un estado de conservación crítico que representó un desafío significativo para los expertos debido a su gran escala.

Desde la Diputación se ha comunicado la complejidad de la restauración a través de una nota de prensa, y la diputada de Patrimonio y Turismo, Mayte Megía, ha resaltado la destreza y profesionalidad empleadas para llevar a buen término la restauración de la obra, considerada una de las joyas del patrimonio provincial.

El creador de la pieza, David Teniers el Joven, fue un pintor de gran renombre perteneciente a una influyente familia artística de su época. Su legado en la pintura flamenca incluye obras eclesiásticas, retratos y diseño de tapices, todos realizados en su nativa Flandes, y es precisamente allí donde se cree que Teniers pintó este retrato de Santa Rosalía, según los análisis químicos efectuados a la obra.

La ruta que siguió el cuadro hasta llegar a la iglesia parroquial se desconoce, aunque los restauradores especulan que pudo haber sido una donación por parte de la nobleza flamenca que residía en España. La representación muestra a Santa Rosalía de Palermo de cuerpo entero, venerada por salvar a Palermo de una severa epidemia de peste a través de su intercesión en 1624.

La atención al detalle en el cuadro resalta no solo la artesanía de Teniers sino también la simbología religiosa, desde los elementos iconográficos como la rama de azucenas y el crucifijo que denotan pureza y espiritualidad, hasta la peculiaridad de elementos como el acanto, que simboliza la vida eterna. La escena cuenta también con una distribución simétrica y la inclusión de referencias a la bahía de Palermo, un cielo de prominente nubosidad y un águila majestuosa simbolizando un augurio celestial.

La necesidad de restauración fue apremiante debido a problemas como la pérdida de tensión, cortes en la tela y una manipulación previa desafortunada. La obra requirió un desmontaje cuidadoso y fue asegurada a un soporte temporal durante su traslado al taller. Allí, las capas pictóricas descamadas fueron afirmadas, se procedió a la limpieza de suciedad superficial que reveló la firma del autor y se retiraron parches ubicados en la parte posterior antes de abordar su reentelado completo.

Tras la eliminación de un barniz oscurecido que enmascaraba los colores originales, se procedió al estucado y reintegración de áreas dañadas. Estas tareas se abordaron de manera meticulosa asegurando la distinción entre lo restaurado y el original. En cuanto al marco, este recibió un tratamiento para reparar y fortalecer sus ensambles de madera, además de limpiarlo y reintegrar zonas inexistentes.

La finalización de estos extensos trabajos de rehabilitación resulta de un año de esfuerzos liderados por el Taller de Restauración de la Diputación Provincial de Cuenca, reforzando el compromiso con la preservación y apreciación del legado cultural y artístico.

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