La Consejería de Sanidad ha dado a conocer su Plan de Inspección de centros, servicios y establecimientos sanitarios para el año 2025, una estrategia desarrollada para planificar las acciones inspectoras en función de las necesidades y recursos disponibles. Este plan tiene como objetivo priorizar esfuerzos en áreas críticas, garantizando la calidad y seguridad de la atención a los ciudadanos, así como el cumplimiento de la normativa relacionada con la competencia, el equipamiento, el personal y el funcionamiento de estos centros.
Carmen Encinas, directora general de Planificación, Ordenación, Inspección Sanitaria y Farmacia, ha subrayado el esfuerzo realizado por el equipo para mejorar la salud pública y ha destacado la importancia de establecer líneas claras de acción para el 2025, basadas en la evaluación de las necesidades observadas durante el año anterior. Encinas ha resaltado el compromiso del personal involucrado con la coordinación y coherencia en todo el territorio.
En 2024, se llevaron a cabo 2.821 inspecciones en Castilla-La Mancha, de las cuales 985 correspondieron a programas determinados en el Plan Anual de Inspección. De estas, 535 se enfocaron en inspección farmacéutica, 408 en centros y servicios sanitarios, y 42 en programas provinciales de inspección, que culminarán al finalizar el año.
El Plan ha sido elaborado en conjunto por los Servicios de Inspección de la Dirección General y las Delegaciones Provinciales de Sanidad. Las prioridades delineadas incluyen la vigilancia de la seguridad y el funcionamiento de los centros, la prevención del fraude en la prestación de medicamentos y productos sanitarios, la supervisión del uso de desfibriladores automatizados fuera del ámbito sanitario, así como la gestión de problemas en el suministro de medicamentos, en colaboración con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). También se contempla promover un uso prudente de antibióticos, alineado con el Plan Regional contra la resistencia a estos medicamentos en Castilla-La Mancha.
Para mejorar la calidad de las actividades de inspección, se ha dado prioridad a la formación continua de los inspectores. Esto se logra a través de participación en planes de formación ofrecidos por diversas administraciones y en sesiones de capacitación organizadas anualmente por Aemps, que abordan casos prácticos y temas prioritarios a lo largo de 75 horas en los últimos tres años.
El Plan también incluye acciones dirigidas a verificar el funcionamiento de oficinas de farmacia y botiquines, controlar la dispensación y distribución de medicamentos, así como intensificar la supervisión sobre las buenas prácticas en la distribución de productos tanto humanos como veterinarios. En el ámbito de centros y servicios sanitarios, se establecerán mecanismos de seguimiento para aquellos con mayor riesgo para la salud pública y se detectará la realización de actividades sanitarias sin autorizaciones pertinentes, además de realizar controles sobre publicidad y procesos de documentación clínica.
La Consejería de Sanidad contará con un equipo de 38 inspectores, distribuidos en las Delegaciones Provinciales de Sanidad, dedicados a la vigilancia y control de los 8.098 centros, servicios y establecimientos autorizados en la región, con el fin de proteger la salud de la población. Estos profesionales colaboran para crear programas y procedimientos que garanticen una adecuada coordinación y uniformidad en las inspecciones, sin importar la ubicación de los centros evaluados.