En una serie de encuentros diplomáticos clave para el futuro de la política exterior española y europea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se prepara para una agenda intensa que incluirá reuniones con líderes internacionales y discusiones sobre temas cruciales que van desde conflictos geopolíticos hasta la diversidad lingüística en la Unión Europea.
Pedro Sánchez volará a Bruselas el próximo miércoles 28 de mayo para sostener una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Este encuentro bilateral llega en un momento de intensa actividad diplomática para el líder español, quien justo antes, el viernes anterior, se reunirá en Turquía con el presidente Recep Tayyip Erdogan para tratar, como se anticipa, la compleja situación en Gaza.
La importancia de España en el ámbito internacional quedó demostrada recientemente, cuando Sánchez fue el único líder europeo invitado a la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad, Irak. En este foro, los países miembros destacaron la postura de España a favor del reconocimiento del Estado palestino. Esta no es una cuestión menor, teniendo en cuenta el llamamiento firme que desde España se ha hecho a Israel para que cese sus ataques en la Franja de Gaza.
En un giro hacia las políticas lingüísticas dentro de la Unión Europea, la reunión entre Sánchez y Von der Leyen tendrá lugar al día siguiente de que los socios europeos evalúen una propuesta española audaz: que el catalán, el euskera y el gallego sean reconocidos como lenguas oficiales de la Unión. Este movimiento, propuesto para entrar en vigor en 2027, contempla una implementación gradual, que inicialmente requeriría traducción de solo una parte de la legislación comunitaria.
Paralelamente, Sánchez enfrenta retos políticos en el ámbito nacional. La imposibilidad de asistir a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, prevista para el mismo miércoles de su viaje a Bruselas, destaca la delicada situación judicial de su hermano David Sánchez, recientemente citado a juicio oral por presuntos delitos de tráfico de influencias y prevaricación.
Entre tanto, la estrategia española para ganar apoyo a su propuesta lingüística en la UE ha generado controversia. Informes indican que el Gobierno ha vinculado, de cierta manera, el sí al reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego con la provisión de ayuda militar a países del este.
Estos movimientos diplomáticos y políticos ilustran una etapa de intensa actividad para el Gobierno de Sánchez, que busca reafirmar su posición en el escenario internacional mientras maneja cuidadosamente las dinámicas internas y externas que afectan a su administración y al país.