El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha instado a la unidad en el seno del partido durante el Comité Federal del PSOE, en respuesta a los recelos internos generados por el reciente acuerdo con ERC para establecer un concierto económico en Cataluña. Este llamado a la cohesión ha logrado que varias federaciones socialistas moderaran sus críticas hacia el pacto, aunque los ‘barones’ de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, se han manifestado en contra de manera contundente.
Según han informado fuentes presentes en el Comité, Sánchez se dirigió a los asistentes en una sesión a puerta cerrada, enfatizando la importancia de mantener una postura unida dentro del partido. Aunque algunos líderes territoriales expresaron inicialmente su desconfianza hacia el acuerdo, durante la reunión se hizo hincapié en la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica, que consideran obsoleto.
Page y Lambán fueron los únicos líderes que manifestaron un rechazo absoluto hacia el concierto económico, incluso manteniendo un debate cruzado con representantes de otras federaciones sobre este asunto. García-Page calificó el acuerdo con ERC de «cupón independentista» y expresó su frustración por no haber recibido información suficiente por parte del partido. Lambán, por su parte, ha criticado la «inconstitucionalidad» del pacto y ha advertido sobre su posible impacto negativo en los servicios públicos de otras comunidades autónomas.
A pesar de la resistencia de algunos, otros líderes que previamente mostraron reservas hacia el acuerdo han moderado su postura y concordaron en que es preciso actualizar el modelo de financiación. La mayoría de los asistentes, a excepción de Castilla-La Mancha y Aragón, brindaron un apoyo incondicional a Pedro Sánchez.
Este Comité Federal, donde se preparan las bases para el 41º Congreso Federal del PSOE a finales de noviembre, también ha servido como un foro para discutir las diferencias internas sobre la financiación autonómica. Los líderes de Extremadura y Castilla y León expresaron sus dudas sobre el pacto, aunque señalaron que el tono de las intervenciones en privado había sido más conciliador que el mostrado públicamente.