El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que mantiene una «buena relación» con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a quien ha solicitado expresar sus discrepancias con la dirección nacional del PSOE en los órganos internos del partido en lugar de públicamente. Sánchez considera que cuando estas discrepancias se hacen públicas, proporcionan munición a la derecha para atacar a la organización del PSOE.
Durante una entrevista en La Sexta, cuyos detalles fueron recopilados por Europa Press, Sánchez describió su relación con García-Page como buena y lo valoró no solo como «un buen político» sino también como «un buen activo del PSOE». Afirmó esto al hacer mención a que García-Page es el único socialista que gobierna con mayoría absoluta después de las últimas elecciones autonómicas.
El líder del Ejecutivo enfatizó la importancia de discutir los temas internos del partido en los espacios apropiados, una regla que dijo haberse «autoimpuesto» como máximo dirigente del PSOE. Esta práctica, según él, evita que la oposición utilice las diferencias internas en su contra.
La clarificación de Sánchez viene en respuesta a ser consultado por las declaraciones de García-Page, quien había ubicado al PSOE en el «extrarradio» del partido, debido a los acuerdos del Gobierno con formaciones independentistas catalanas, como en el caso de la ley de amnistía al ‘procés’.
Además, Sánchez defendió las complejidades de gobernar a nivel nacional en comparación con la gestión autonómica, recalcando cómo la composición del Congreso a menudo requiere de pactos con fuerzas nacionalistas y hace que la tarea legislativa sea más complicada.
