El CD Salesianos Puertollano se enfrentará este fin de semana al filial de Torreblanca en Melilla, en un partido que cerrará su año deportivo, marcado por una falta de estabilidad constante debida a numerosos factores fuera de su control. Esta visita a Melilla representa un enfrentamiento clave contra su inmediato perseguidor en la clasificación, llevando consigo la esperanza de terminar el año con una nota positiva, a pesar de los altibajos emocionales y las adversidades enfrentadas por la plantilla a lo largo de la temporada. La acumulación de circunstancias como la burocracia, que retrasó el debut de sus nuevos fichajes, y una serie de lesiones que han mermado significativamente al equipo, han sido obstáculos importantes para el rendimiento deseado.

La situación se ha complicado aún más con la lesión de Laura Laloma, quien fue intervenida de la rodilla recientemente y cuya ausencia se prolongará hasta mediados del próximo año. A esto se suma la pérdida de Laura Latorre, otra figura clave para el equipo. Sin embargo, el Salesianos trabaja en reforzar la plantilla, y se contempla la incorporación de la jugadora noruega Vilde Bjørgård, quien ha estado a prueba. Este esfuerzo por suplir las bajas importantes podría ser crucial, especialmente considerando la posible ausencia de sus jugadoras colombianas en marzo, debido a la Copa América.

El partido contra el equipo de Melilla es una oportunidad para el Salesianos Puertollano de sumar los últimos seis puntos del año y de recuperar el ánimo tras una impresionante victoria 8-0 contra Mora en su último encuentro. Este empujón anímico podría ser decisivo para recuperar su mejor versión y afrontar con optimismo el resto de la temporada, manteniendo la esperanza de competir al máximo nivel en mayo. Este encuentro no solo es fundamental para cerrar el año con éxito, sino también para establecer un sólido punto de partida hacia la recuperación y el fortalecimiento del equipo.

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