Los saharauis que llegan a España denuncian la represión de Marruecos y buscan protección internacional
En las últimas semanas, decenas de saharauis han aterrizado en el aeropuerto de Barajas con la esperanza de obtener asilo. Proceden de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, bajo control de Marruecos desde 1976, y su llegada representa una silenciosa marcha que enfrenta las negativas del ministerio del Interior español. Los solicitantes de asilo traen consigo el relato de una estrategia marroquí que busca asfixiar a la población saharaui nativa, mientras se aumenta el número de colonos marroquíes en estas tierras.
Un funcionario saharaui, que trabaja dentro del ministerio del Interior marroquí en El Aaiún, reveló detalles de las operaciones del gobierno marroquí para reprimir a los saharauis. Este funcionario, que exige anonimato por temor a represalias, confirmó la existencia de un plan diseñado para eliminar la influencia saharaui en la región.
El control marroquí en el Sáhara Occidental busca eliminar la identidad saharaui
El ministerio del Interior marroquí, junto con los servicios de inteligencia y el ejército, supervisa la ocupación del Sáhara Occidental. Este control busca eliminar la presencia saharaui a través de la marginación económica y el fomento de la migración de colonos marroquíes hacia la región. Según el funcionario, el gobierno considera que si los saharauis logran prosperar económicamente, también crecerá su influencia política, algo que Marruecos quiere evitar a toda costa.
Desde 1991, Marruecos ha bloqueado la realización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, a pesar de que la ONU lo considera un territorio no autónomo. Marruecos presentó un plan de autonomía en 2007, pero ha sido rechazado por el Frente Polisario, el movimiento que lucha por la independencia de la región. A lo largo de los años, Rabat ha alentado a sus ciudadanos en el extranjero a establecerse en el Sáhara, con el objetivo de cambiar la demografía de la región.
La represión y el espionaje a los saharauis en su vida diaria
El funcionario también describió cómo Marruecos vigila y clasifica a la población saharaui mediante un sistema de colores en los documentos oficiales. Cada color indica el nivel de “peligrosidad” de una persona, basándose en su compromiso político o actividad a favor del Polisario. Los saharauis que son clasificados como peligrosos o políticamente activos son sometidos a un escrutinio constante por parte de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades recopilan informes diarios sobre la población saharaui, monitoreando sus actividades y relaciones. El objetivo es neutralizar cualquier intento de resistencia política y fomentar la integración de los saharauis en la cultura marroquí, eliminando gradualmente su identidad saharaui.