El Ayuntamiento de Guadalajara ha decidido apostar por los grafitis artísticos como método para embellecer la ciudad y ha comenzado por el parque de Adoratrices, donde se han plasmado un mural homenaje a las peñas y otro dedicado a la familia. La iniciativa pretende dar vida a una ruta turística de arte urbano que, además de englobar calles, alcanzará algunos solares, pistas deportivas, asociaciones y edificios municipales.
La propuesta, emanada directamente del Consistorio y sugerida por la alcaldesa Ana Guarinos, tiene antecedentes en otras ciudades europeas donde ha tenido éxito. Así lo ha compartido David García, concejal de Servicios Públicos, en el parque de Adoratrices, lugar donde se pueden admirar los recientes murales.
García destaca que varias asociaciones y clubes deportivos han mostrado entusiasmo en colaborar con el proyecto, solicitando incluso sus propios grafitis artísticos. El ayuntamiento estudia estas propuestas y se encuentra en conversación con los vecinos para autorizar la realización de murales en solares, ofreciendo así un nuevo rostro a espacios desaprovechados.
Autores de los primeros grafitis del parque de Adoratrices, los artistas locales Alejandro y Toño están al frente de esta iniciativa que busca también contrarrestar los grafitis no artísticos, los cuales representan un costo de mantenimiento significativo para la ciudad. Aunque no se ha cuantificado exactamente el gasto que implica la limpieza de los mismos, desde el área de Servicios Municipales aclararon que dos personas están dedicadas a esta tarea, y citaron que de una sola calle se han tenido que eliminar más de 200.
El concejal ha expresado que la meta es que los grafitis sean obras realistas y artísticas, que se conviertan en una seña de identidad de Guadalajara, diferenciándose claramente de aquellos que resultan desagradables a la vista. Hasta ahora, la acogida del proyecto ha sido muy positiva.
Paralelamente, de cara a la temporada navideña, el Ayuntamiento ha organizado un dispositivo especial de limpieza que incluirá la instalación de más de un centenar de contenedores nuevos y papeleras portátiles a lo largo del eje cultural, desde la plaza de España hasta el parque de la Concordia, abarcando además las plazas y calles adyacentes, para mantener la ciudad limpia y agradable para residentes y visitantes.
