El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia ha anunciado la detención de seis residentes locales en Ingusetia, implicados en la preparación de actos de sabotaje y terrorismo dirigidos hacia instituciones religiosas y oficiales de seguridad en la región del Cáucaso Norte. Según el FSB, estos individuos, ciudadanos rusos y seguidores de una organización terrorista internacional prohibida en Rusia, tenían como objetivo llevar a cabo ataques contra iglesias, entre ellas la iglesia del Manto de la Santa Virgen en Sundza.
La operación policial que condujo a estas detenciones se llevó a cabo en la ciudad de Nazrán y en la localidad de Kantíshevo, revelando la presencia de bombas caseras, componentes para su fabricación, armamento y simbología de la citada organización terrorista en las residencias de los arrestados. Según fuentes del FSB, los detenidos ya han confesado su participación en los planes terroristas, revelando además comunicaciones con radicales islamistas, incluyendo contactos en Siria.
Estos arrestos han dado lugar a la apertura de causas penales contra tres de los individuos por participación en una organización terrorista y preparación de actos terroristas. A los otros tres se les ha procesado por posesión y tráfico de explosivos. Este incidente subraya el desafío continuo que enfrenta Rusia con el extremismo en su territorio, particularmente en las regiones del Cáucaso Norte, donde tanto Ingusetia como la vecina Daguestán han sido escenario de atentados terroristas en el pasado.
El anuncio del FSB coincide con una serie de atentados terroristas que sacudieron al Cáucaso Norte a finales de junio, con ataques a lugares de culto y puestos de policía en Majachkalá y Derbent, Daguestán, resultado en la muerte de 22 personas, incluidos 15 oficiales de policía. Este patrón de violencia evidencia la volatilidad de la región y la persistente amenaza que representan los grupos extremistas, no solo para la seguridad regional sino también para la estabilidad de Rusia en su conjunto.
