En un incesante incremento de la intensidad del conflicto en Europa del Este, las fuerzas rusas han establecido un nuevo récord en su campaña militar contra Ucrania, utilizando una cifra sin precedentes de drones en un solo ataque sobre territorio ucraniano. La Fuerza Aérea de Ucrania ha informado que en las últimas operaciones militares, Rusia desplegó un total de 188 aparatos kamikaze no tripulados, señalando una escalada significativa en el uso de esta tecnología en el campo de batalla.
En respuesta a esta abrumadora ofensiva, las defensas aéreas ucranianas han demostrado una vez más su capacidad de resistencia, logrando derribar 76 de estos drones. Además, se ha reportado que cerca de un centenar de estos vehículos aéreos no tripulados perdieron su rumbo y eficacia debido a las efectivas interferencias de los sistemas de guerra electrónica implementados por el Ejército de Ucrania.
Los drones abatidos cayeron dispersos a lo largo de 17 regiones distintas de Ucrania, cubriendo un rango geográfico que se extiende desde el norte hasta el sur y del este hacia el oeste del país. Los informes indican que los drones fueron lanzados desde posiciones cercanas a la frontera con Ucrania, localizadas dentro del territorio de la Federación Rusa.
Paralelamente al uso de drones, las fuerzas rusas intensificaron su ofensiva lanzando cuatro misiles balísticos Iskander-M desde la tarde del ataque, arma que, de acuerdo con los reportes de la Fuerza Aérea ucraniana, no pudo ser neutralizada por las defensas aéreas del país. Este movimiento estratégico por parte de Rusia no solo ha llevado a destrucciones significativas en infraestructuras críticas de Ucrania sino que también ha causado daños en viviendas y edificaciones civiles a lo largo de varias regiones. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales ni heridos graves a consecuencia de estos ataques.
Este incremento en el uso de drones kamikaze por parte de Rusia no es un evento aislado, sino parte de una tendencia observada durante los dos últimos meses. Rusia ha ido incrementando progresivamente el número de estos aparatos desplegados en el campo de batalla, contando ahora con una producción propia de drones modelo Shahed dentro de su territorio, originalmente adquiridos de Irán al inicio del conflicto.
La táctica de utilizar drones incluso sin carga explosiva para saturar y eventualmente agotar las municiones de las defensas aéreas de Ucrania parece ser una estrategia deliberada de las fuerzas rusas. No obstante, Ucrania ha logrado una notable eficacia en neutralizar estos ataques mediante el uso de interferencias electrónicas, lo que le ha permitido preservar valiosos recursos de defensa y mantener firme su resistencia ante la creciente agresión.