Rusia busca mantener canales de comunicación abiertos con EEUU y descarta confrontación

La tensión entre Rusia y Estados Unidos es una constante en las relaciones internacionales desde hace décadas. En más de una ocasión se ha llegado al borde del enfrentamiento militar, como ocurrió durante la crisis de los misiles en Cuba, en 1962. En la actualidad, el reciente incidente entre un dron estadounidense y un caza ruso en aguas del mar Negro ha vuelto a poner en alerta a la comunidad internacional, pero ¿qué postura está adoptando Moscú ante esta situación?

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha sido clara al respecto: «Rusia no busca la confrontación con Estados Unidos y aboga por mantener abiertas las vías de comunicación», dijo en una reciente rueda de prensa. La diplomática aseguró que Moscú está dispuesta a dialogar con Washington para encontrar soluciones a los diferentes conflictos que existen entre ambos países, y que espera que la administración estadounidense tenga la misma actitud.

El incidente en cuestión tuvo lugar el pasado 10 de junio, cuando un dron estadounidense se acercó al espacio aéreo controlado por Rusia en aguas del mar Negro. Un caza ruso fue enviado para interceptarlo y evitar cualquier acción considerada como una provocación. Según las autoridades rusas, el dron se retiró cuando el avión ruso le advirtió de que se estaba acercando a su espacio aéreo. La versión estadounidense difiere en algunos detalles, pero reconoce que hubo un contacto entre ambos artefactos.

Este incidente se une a otros que han aumentado la tensión entre Rusia y Estados Unidos en los últimos años. Uno de los más graves fue el ataque químico en Salisbury, Reino Unido, en 2018, que fue atribuido a agentes de inteligencia rusos y que llevó a la expulsión de diplomáticos de ambos países. También ha habido acusaciones de injerencia en las elecciones estadounidenses de 2016 y 2020, así como en otras votaciones en distintos países.

Sin embargo, Rusia no sólo tiene conflictos con Estados Unidos, sino también con otros países occidentales como la Unión Europea. Las sanciones impuestas por la UE a raíz de la crisis de Ucrania han dañado la economía rusa y generado una serie de represalias por parte de Moscú. En este contexto, la postura de Zajarova es una muestra de que Rusia está dispuesta a dialogar y buscar soluciones pacíficas, aunque manteniendo su propia posición.

En definitiva, la postura de Rusia ante la tensión con Estados Unidos es una combinación de cautela y diálogo. Moscú no quiere llegar a un enfrentamiento militar con Washington, pero tampoco está dispuesta a renunciar a sus intereses nacionales. La clave para evitar una escalada de la tensión es que ambas partes mantengan abiertas las vías de comunicación y busquen soluciones mediante la diplomacia y el diálogo.

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