En una serie de eventos que marcan un escalada significativa en las tensiones entre Rusia y Ucrania, las defensas aéreas rusas han interceptado y destruido al menos once drones en las inmediaciones de Moscú, en lo que ha sido descrito por las autoridades locales como uno de los ataques más agresivos hacia la capital rusa en el marco del actual conflicto. El Ministerio de Defensa ruso afirmó que, en total, 45 drones fueron neutralizados a través de todo el país durante la noche, apuntando a un intento de ataque terrorista coordinado por el régimen de Kiev.
Más allá de los drones interceptados cerca de Moscú, el resto se derribaron en áreas situadas a lo largo de la frontera con Ucrania, incluyendo 23 en Briansk, seis en Bélgorod, tres en Kaluga y dos en Kursk. Este último ha sido un punto de intensos enfrentamientos y esfuerzos por parte de Ucrania en las recientes semanas, destacando una contraofensiva sin precedentes desde el inicio de las hostilidades.
Sergéi Sobianin, el alcalde de Moscú, ha resaltado la gravedad del ataque en comunicaciones a través de su canal de Telegram, asegurando que no hubo víctimas ni daños materiales significativos asociados a la caída de los escombros. Sobianin asegura que la situación en la capital está «bajo control», subrayando que algunos drones fueron derribados incluso en la ciudad de Podolsk, ubicada a menos de 40 kilómetros al sur de Moscú.
Coincidiendo con los eventos en Rusia, las autoridades ucranianas han emitido una alerta aérea en los alrededores de Kiev, advirtiendo a la población de la actividad de la defensa aérea y la necesidad de buscar refugio. Serhi Popko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, ha instado a los residentes a permanecer en lugares seguros en vista de la situación.
Este incidente no solo subraya la intensidad y complejidad del conflicto actual entre Rusia y Ucrania, sino que también muestra cómo la guerra se está expandiendo más allá de las fronteras inmediatas de Ucrania, afectando directamente la seguridad en territorio ruso. La utilización de drones en ofensivas militares marca un nuevo capítulo en las tácticas de guerra del siglo XXI, evidenciando la creciente dependencia y sofisticación de la tecnología en los conflictos modernos.
