En una decisión sin precedentes, el Gobierno de Rumania declaró este miércoles a dos diplomáticos rusos como personas no gratas, otorgándoles un plazo de 48 horas para salir del país. La medida viene tras su supuesta participación en actividades vinculadas con Călin Georgescu, el ultranacionalista y prorruso cuya victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales fue posteriormente anulada.
El Ministerio de Exteriores rumano señaló que la actuación del agregado militar ruso y su adjunto contravenía los principios establecidos en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961. La Embajada de Rusia en Rumania ha reaccionado calificando la decisión de «infundada y hostil», y ha advertido que se reserva el derecho de implementar medidas de represalia en respuesta.
Esta controversia surge en el marco de la investigación a Georgescu, quien es objeto de escrutinio por presunta financiación ilegal de su campaña, la creación de un grupo fascista y atentar contra el orden constitucional del país. Un medio local, G4media, ha informado que un colaborador cercano a Georgescu intentó contactar al agregado militar ruso como parte de «una estrategia», vinculando directamente a los diplomáticos con el caso.
Las elecciones fueron canceladas ante las acusaciones de financiación ilegal y la sospecha de injerencia extranjera, con Rusia siendo señalada por medios rumanos y oficiales estadounidenses. Ante esta situación, el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, dejó claro en declaraciones públicas que ningún país extranjero, haciendo referencia a Rusia, dictará a las autoridades rumanas a quién investigar.
Ciolacu fue enfático en su crítica a Rusia, describiéndola a través de su perfil de Facebook como un país lejos de ser un modelo a seguir en términos de prácticas democráticas, recordando los casos de tortura, encarcelamiento y asesinato de opositores políticos.
Esta situación se entremezcla con declaraciones del Servicio de Inteligencia de Rusia (SVR), acusando a la Unión Europea de atacar a líderes europeos afines a Donald Trump, refiriéndose específicamente al caso de Georgescu. Según el SVR, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habría solicitado explícitamente que Georgescu fuese excluido de las próximas elecciones presidenciales, previstas para repetirse en mayo.
La escalada de tensión entre Rumania y Rusia destaca la delicada situación geopolítica en el espacio europeo, evidenciando las complejas relaciones entre estados miembros de la Unión Europea y la Federación Rusa, en un contexto marcado por la rivalidad ondulante y las preocupaciones sobre la influencia y la interferencia en asuntos políticos internos.