Rumanía logró una notable victoria por 3-0 sobre Ucrania en el Allianz Arena de Múnich, marcando un auspicioso inicio en el Grupo E de la Eurocopa. Con goles de Stanciu, Razvan Marin y Dragus, el equipo rumano no solo demostró su superioridad en el campo sino que también se perfila como un contendiente serio para avanzar a los octavos de final, posición que contrasta dramáticamente con el panorama de Ucrania que, tras esta derrota, se ve obligada a mejorar sus resultados en los próximos encuentros para mantener vivo el sueño de avanzar en el torneo.
Aunque Ucrania intentó establecer su dominio desde el comienzo, fue Rumanía quien brilló a través de un juego eficaz, marcado por rápidos contragolpes y una ejecución precisa. Los primeros compases del partido presagiaron una competencia intensa, sin embargo, fueron los errores tácticos y la falta de concentración de Ucrania los que permitieron a Rumanía capitalizar y transformar su dominio en oportunidades de gol. Esta dinámica culminó con el primer gol del encuentro, que no solo adelantaba a Rumanía en el marcador sino que también evidenciaba las fisuras en la defensa ucraniana.
El segundo tiempo mostró brevemente un resurgir de Ucrania, pero la esperanza fue efímera ya que Rumanía rápidamente recuperó el control, ampliando su ventaja con dos goles adicionales que cerraron cualquier posibilidad de remontada. La victoria de Rumanía no solo subraya su capacidad para competir al más alto nivel sino que también impone un desafío considerable a Ucrania, que ahora enfrenta el desafío de redimirse en sus próximos encuentros contra Eslovaquia. Con este resultado, Ucrania necesita una introspección profunda y un cambio de estrategia si aspira a progresar en la Eurocopa.