Luna Ki, la joven artista catalana, vuelve al escenario del Benidorm Fest, un certamen que no le resulta ajeno pero que, en su primera edición, le ofreció una experiencia amarga. Con su tema «Voy a morir», se preparaba para brillar, pero a solo cinco días de la competición, se vio obligada a cancelar su actuación. La razón: la estricta normativa del Festival de Eurovisión, que prohíbe el uso de autotune, un elemento central en su propuesta musical.
El impacto de aquella decisión resonó en su carrera. Luna Ki expresó que se sintió «censurada», defendiendo en un comunicado que el autotune es parte vital de la música urbana contemporánea y que el festival debería adaptarse a estos tiempos. Sin embargo, ahora la artista ha decidido dar un giro en su trayectoria, dejando de lado el uso del autotune para su nueva propuesta musical. Con este cambio, el Benidorm Fest se ha convertido nuevamente en un objetivo valioso para ella.
«Mi canción para el Benidorm Fest es increíble tal cual está, y no necesita autotune», afirma la joven, quien continúa teniendo una visión positiva sobre la herramienta, pero ha encontrado un nuevo sonido que la satisface. En una reflexión profunda, describió su regreso al certamen como «un sueño y un cierre de ciclo», subrayando que la vida a menudo te sorprende con giros inesperados que cobran sentido en el presente.
El recuerdo de su cancelación aún está presente, y reconoce que fue un proceso doloroso. «Las cosas no salieron como queríamos», recuerda. A pesar del sufrimiento, ha sabido encontrar una lección: «He hecho mi camino por mi propio bien, por mi salud y por mi carrera». No busca regresar para demostrar que puede cantar sin autotune, sino que considera que su participación ahora va más allá de una simple reivindicación.
El regreso de Luna Ki al Benidorm Fest viene respaldado por el director del certamen, César Vallejo, quien se puso en contacto con ella para animarla a presentarse nuevamente. Esta oportunidad, dice, es una de esas que hay que aprovechar porque no se sabe cuándo volverá a surgir.
A pesar de las controversias pasadas, la artista se siente en su «mejor momento» con TVE. «He mantenido una buena relación con el entorno del Benidorm Fest», asegura, refiriéndose a las conversaciones constructivas que ha tenido con Vallejo. Ahora, con una madurez renovada, Luna Ki muestra un enfoque más seguro en su carrera. «El primer año que vine, me sentía superpequeña. Ahora vengo tranquila y segura de mi propuesta», concluye.
Ha aprendido a valorar su espacio en el escenario y cree que siempre ha estado reservado para ella. Con esos sentimientos, se prepara para una nueva actuación que promete ser un reflejo fiel de su evolución artística en los últimos años.
