El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha presido este lunes la ceremonia de apertura del año judicial en la región. Este acto es significativo para Rouco, quien ha manifestado que no cree que vaya a presidirlo de nuevo, dado que, tras la próxima renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se designará a un nuevo presidente para el alto tribunal castellanomanchego, lo que le llevará a ocupar un nuevo puesto en otro órgano judicial.
Durante su discurso, Rouco expresó su profundo compromiso con la justicia, afirmando que su decisión de ingresar en este ámbito fue impulsada por su firme creencia en ella. «Simplemente con ejercer en la justicia, estoy pagado», destacó, reflejando su orgullo por haber servido durante años a esta comunidad.
El presidente del tribunal no pasó por alto la ocasión para agradecer la presencia de diversas autoridades, empezando por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuyo apoyo considera fundamental. Asimismo, Rouco dirigió un agradecimiento especial a su esposa, María Ángeles, “fiel compañera y prudente consejera”, a quien atribuyó gran parte de su éxito en su trayectoria judicial.
En su intervención, también mencionó a alcaldes de localidades cercanas, incluyendo la Puebla de Montalbán, Villarroledo y San Clemente, a quienes considera representativos de todos los municipios de Castilla-La Mancha. Rouco enfatizó la importancia de la presencia de una organización judicial en el territorio, apuntando a la necesidad de hacer llegar los ideales de igualdad ante la ley y los valores del Estado de Derecho a cada rincón de la comunidad.
Refiriéndose a su ciudad natal, Albacete, Rouco subrayó su conexión emocional con ella, describiéndola como un hogar lleno de tradiciones y hospitalidad, y enfatizando su papel histórico como sede de la audiencia y, actualmente, del tribunal superior desde 1834. «Albacete eres hogar, eres tradición», afirmó, resaltando su vínculo con la vida y trabajo que ha desarrollado en la ciudad.
Finalmente, y en un gesto de emoción, Vicente Rouco reafirmó su confianza en los derechos fundamentales, la independencia judicial y la capacidad de los jueces y tribunales para ofrecer respuestas justas y fundadas en derecho a los ciudadanos que acuden a ellos en busca de justicia. Su fe en el sistema judicial y en los principios de justicia y derecho permanecerá como legado de su mandato.