Hace una semana, la noticia sobre la repentina salida de Rosario Matew de «Supervivientes 2025» causaba revuelo entre la audiencia y detonaba un sinfín de especulaciones en las redes sociales. La influencer había decidido poner fin a su aventura en los Cayos Cochinos apenas un mes tras su llegada, un movimiento que levantó polvo sobre todo después de que se conociera su reciente reconciliación con Stiven Iniesta, su pareja. Ante las habladurías, Matew tomó las redes para aclarar los motivos detrás de su decisión, asegurando que su abandono no estaba motivado por cuestiones amorosas.
El domingo, durante el segmento «Supervivientes: conexión Honduras», Rosario tuvo la oportunidad de reencontrarse con su familia, amigos y Stiven, esto último sirvió para despejar cualquier duda sobre su decisión. Pese a las palabras de ánimo de Stiven, que mostraban su amor y deseaban que Rosario continuara en el concurso, la influencer ya había tomado su decisión. En su comunicado, declaró sentirse extrañada por todo a su regreso, incluido el simple acto de escribir en un teclado de teléfono, subrayando la magnitud del cambio que enfrentaba después de su participación en el reality.
Rosario afrontó la controversia con serenidad, expresando no arrepentirse de su decisión de abandonar el programa, aunque ello conllevase consecuencias como una multa por su salida abrupta. Su triunfo, según asegura, fue de índole personal: superar sus propias limitaciones y miedos. Matew describió el día de su partida como el más difícil, marcado por la disyuntiva entre seguir las recomendaciones de sus seres queridos y del programa, y escuchar sus propios deseos y necesidades. Al final, su elección se basó en una profunda introspección y amor propio.
La influencer no solo compartió su experiencia, sino que también aprovechó para enviar un mensaje a sus seguidores, instándoles a no temer a los cambios y a escuchar su propia voz al decidir el curso de sus vidas. Con la promesa de retomar su actividad habitual en redes sociales, Rosario Matew cerró un capítulo significativo de su vida, marcado no por la competición, sino por el descubrimiento y validación de su fortaleza interior. En su travesía en «Supervivientes 2025», Rosario no se llevó el premio a casa, pero se ganó a sí misma, un logro que, según reflexiona, supera cualquier recompensa material.