Ayer, 17 de noviembre, el popular concurso Pasapalabra vivió una de esas jornadas que seguramente permanecerán en la memoria de sus seguidores. Rosa Rodríguez, una concursante gallega que se ha convertido en un verdadero ícono del programa, logró una hazaña impresionante: 18 aciertos consecutivos en El rosco, una cifra que solo unos pocos afortunados han conseguido. Este logro no solo añadió un nuevo capítulo a su propia leyenda, sino que también evocó la histórica victoria de Rafa Castaño en 2023.
Lo notable de la actuación de Rosa fue el contexto en el que se dio su racha triunfal. Con un impresionante bote de 2.392.000 euros en juego y un rival, Manu, que se ha convertido en su adversario más habitual tras 75 empates, la presión era palpable. Aunque comenzaba con una desventaja en el tiempo, Rosa no se dejó amedrentar. Desde el primer turno, fue clara en su estrategia: salir al ataque.
Con una seguridad asombrosa, Rosa encadenó sus respuestas sin titubeos ni pausas. En solo 92 segundos, logró una serie de aciertos que la colocaron en una posición aventajadora, obligando a Manu a replantear su juego. El plató se quedó en silencio, consciente de que no presenciaba una hazaña común. Todos recordaban la única vez que alguien había logrado un rendimiento tan impresionante, cuando Castaño completó un rosco perfecto sin interrupciones.
Cuando Rosa llegó a las letras finales, la tensión era insoportable. Con 23 aciertos bajo su cinturón y solo cuatro segundos en el cronómetro, su decisión de plantarse fue clave. Se encontró ante un dilema: arriesgarse y arriesgarlo todo, o mantener lo conseguido. Finalmente, optó por la prudencia, y dejó el turno a Manu, quien, a pesar de tener el tiempo necesario para ganar, no logró cumplir con la presión del momento, fallando dos letras cruciales.
Aunque Rosa no se llevó el ansiado bote ayer, su actuación la sitúa más cerca que nunca de lograrlo. Esta jornada no solo destaca su talento y dedicación, sino que reafirma su estatus en la historia de Pasapalabra. Con más de 250 programas a sus espaldas, Rosa se ha establecido como la mujer con más tiempo en el concurso y, tras su destacada actuación, como una de las competidoras más influyentes del formato.
Cada juego, cada jugada histórica, cuenta en esta lucha emblemática entre Rosa y Manu. Ayer fue sólo un capítulo más en un duelo que promete seguir emocionando a los espectadores, quienes, un lunes cualquiera, tan solo buscan un destello de genialidad en sus pantallas. Rosa demostró que, aunque la victoria no llegó hoy, el camino hacia ella está más cerca que nunca, y cada intercambio en este eterno duelo tiene su importancia.

















