Con solo dos emisiones a sus espaldas, «Hasta el fin del mundo» se perfila como uno de los grandes éxitos de la temporada en Televisión Española. Este nuevo reality de aventuras ha logrado atraer a 991.000 espectadores, alcanzando un notable 15,1% de cuota de pantalla el pasado miércoles. Sin embargo, su camino hacia la popularidad no ha estado exento de controversias.
La primera emisión trajo consigo reacciones encendidas, especialmente de una de las participantes, Alba Carrillo. A través de sus redes sociales, la colaboradora de televisión no escatimó en críticas hacia la manera en que se había editado el programa. Carrillo se mostró descontenta por cómo se había centrado en los conflictos que había tenido con su compañera de concurso, Cristina Cifuentes. «Me puse malísima, empecé a vomitar… No estoy de acuerdo con la edición, no representa el viaje que he hecho”, expresó, dejando claro su malestar.
No obstante, el tono de Carrillo cambió en su participación en el programa «Mañaneros 360», donde se mostró más conciliadora. Allí, describió «Hasta el fin del mundo» como «uno de los mejores programas que se han hecho», un viraje en su discurso que no pasó desapercibido por los seguidores del formato.
Mientras tanto, el programa se enriquece con la llegada de nuevos concursantes. Este domingo, Rocío Carrasco y Anabel Dueñas compartieron su experiencia en el espacio presentado por Anne Igartiburu y Javier de Hoyos. Con entusiasmo, las nuevas participantes se preparan para su próxima etapa, que comenzará en Ecuador. Durante su intervención, Carrasco también utilizó la ocasión para hacer eco de las palabras de Carrillo, subrayando las dificultades de editar tantos momentos en un espacio de tiempo limitado. «A todos los equipos nos han pasado 1.500 cosas que, por tiempo, no se pueden mostrar”, comentó, anticipando que la próxima semana los espectadores probablemente verán más «roces» entre los concursantes.
Con estas dinámicas, «Hasta el fin del mundo» no solo mantiene a los espectadores al borde de sus asientos, sino que también se convierte en un escenario de emociones, tensiones y reconciliaciones que, sin duda, captarán la atención del público en las próximas semanas.
