En un episodio que rompe con el molde tradicional de «Viajando con Chester», emitido el pasado lunes 26 de mayo, Risto Mejide se encontró cara a cara, no solo con una experta en inteligencia artificial, sino también con alguien muy cercano a su corazón: Laia Grassi, su actual novia. Este encuentro en el programa de Cuatro fue todo menos convencional, tejiendo una mezcla de profesionalismo, tensión emocional y revelaciones personales.
La introductoria de Mejide fue una invitación a adentrarse en los matices que fusionan la técnica con lo sensible, anticipando una conversación enigmática con Grassi, quien es conocida por su trabajo en inteligencia artificial y creatividad. Sin embargo, lo que siguió fue una franca admisión de Mejide sobre lo complejo y atípico que resultaba entrevistar a su propia novia en el programa.
La historia detrás de cómo Grassi llegó a sentarse en el emblemático sofá de «Viajando con Chester» es digna de una narrativa de enredos y coincidencias. Inicialmente, cuando el equipo del programa sugirió a Grassi como invitada para discutir sobre inteligencia artificial, Mejide se mostró reacio, aún sin saber que su relación tomaría un giro personal. Con humor y una honestidad abrumadora, el presentador recordó cómo se descartó inicialmente a Grassi para el programa, ironizando sobre cómo las decisiones profesionales pueden verse influenciadas por las personales, especialmente cuando el corazón está involucrado.
Más allá de lo profesional, el episodio proporcionó una rara mirada a la génesis de su relación. Entre encuentros casuales que evolucionaron desde cafés hasta cenas, Mejide compartió cómo esos momentos compartidos les llevaron a reconsiderar su decisión inicial de mantener a Grassi alejada del sofá de Chester, a pesar de las preocupaciones del director del programa.
Por su parte, Grassi ofreció una perspectiva emotiva sobre lo que inicialmente atrajo su interés hacia Mejide, más allá de su prominente figura pública. Su intervención no solo esclareció cómo surgió su colaboración en «Chester», sino que también subrayó una conexión más profunda y personal que trasciende lo profesional.
Este episodio de «Viajando con Chester» dejó al descubierto la peculiar dinámica entre Mejide y Grassi, mostrando cómo las líneas entre lo personal y lo profesional pueden difuminarse, todo mientras se entrega una conversación estimulante sobre la influencia y el futuro de la inteligencia artificial. Una mezcla inusual de contenido, que demuestra cómo la vida, en todas sus facetas, puede ser sorprendentemente impredecible, no muy diferente de la tecnología emergente que intentamos comprender.
