En busca del amor y el equilibrio entre el cuidado personal y la excesiva obsesión por el gimnasio, Sonia, una joven integradora social de 28 años residente en Barcelona, se embarcó en la aventura de ‘First Dates’, el programa de Cuatro dedicado a formar parejas entre desconocidos que buscan el amor verdadero. Acompañada de esperanzas y con una clara idea de lo que quería en su pareja, Sonia confesó al presentador Carlos Sobera su dificultad para encontrar tiempo para el amor debido a su exigente trabajo y sus desafortunadas pasadas experiencias amorosas, marcadas por relaciones fugaces y sin compromiso.
La noche del jueves, 3 de octubre, tomó un giro inesperado para Sonia cuando fue presentada a Carlos, un operario de su misma edad y ciudad, cuya pasión por el ejercicio y el cuidado físico rozaba el extremo. A primera vista, Sonia no pudo ocultar su sorpresa y posterior desilusión por el estilo demasiado moderno de su vestimenta y por la obsesión de Carlos por el gimnasio, que dominó la conversación durante la cena.
A pesar de compartir un interés común en el gimnasio, Sonia pronto se dio cuenta de que las prioridades y la intensidad del enfoque de Carlos hacia el ejercicio y la dieta eran incompatibles con su visión de un estilo de vida equilibrado. La cita se convirtió en un monólogo sobre rutinas de ejercicio y dietas, llevando a Sonia a la conclusión de que «no hay que llegar a ningún extremo» en cuanto a la alimentación y el cuidado personal.
La expectativa de una velada agradable se desvaneció rápidamente, y Sonia no tardó en compartir su decepción con Laura Boado, camarera del programa, expresando su desesperación por encontrar una salida a la incómoda situación. Su falta de conexión con Carlos quedó evidenciada al finalizar la noche, cuando, en ausencia de este, Sonia confesó ante las cámaras su desinterés en continuar conociendo al soltero, a pesar de las intenciones de este de seguir en contacto.
La experiencia de Sonia en ‘First Dates’ subraya la complejidad del amor en tiempos modernos, donde encontrar el equilibrio entre intereses compartidos y la individualidad se convierte en un desafío. Aunque su búsqueda del amor no culminó con un final feliz en esta ocasión, su aventura en el programa refleja las realidades de muchos jóvenes que, atrapados en la rutina diaria y las relaciones efímeras, se atreven a buscar el amor verdadero en los lugares más inesperados.