En una reciente orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, se han revocado múltiples acciones y órdenes emitidas por la administración anterior. Esta medida, contemplada en la Orden Ejecutiva 14148 del 20 de enero de 2025, ha sido presentada como un esfuerzo por recuperar la sensatez en el gobierno federal y liberar el potencial de los ciudadanos estadounidenses.

El presidente, sustentando su autoridad constitucional, ha decidido rescindir un total de 78 órdenes y memorandos que fueron presididos por Joe Biden. En este contexto, se ha encargado a varios asistentes presidenciales la tarea de identificar otros documentos emitidos que también merecen ser anulados. Se argumenta que estas medidas son esenciales para avanzar en una agenda más alineada con los intereses actuales de la nación.

Entre las órdenes revocadas se encuentran algunas que abordan temas de salud pública, derechos humanos, políticas laborales y la respuesta a amenazas de seguridad nacional. Por ejemplo, la Orden Ejecutiva 13994, que buscaba garantizar una respuesta basada en datos a la pandemia de COVID-19, ha sido derogada, así como memorandos relacionados con la revitalización de la política exterior y la promoción de los derechos de la comunidad LGBTQ+ a nivel global.

Además, se han eliminado determinaciones presidenciales que buscaban garantizar un suministro adecuado de productos esenciales, incluidos alimentos y productos de defensa. La revocación de estas acciones plantea interrogantes sobre las prioridades de la administración actual en áreas críticas como la salud pública y los derechos laborales.

La orden también establece que su implementación debe llevarse a cabo en línea con las leyes aplicables y los presupuestos disponibles. Sin embargo, se aclara que esta medida no crea derechos o beneficios que puedan ser exigidos legalmente, lo que limita su impacto potencial en futuras reivindicaciones o litigios.

La firma de esta orden es reflejo de un enfoque más enérgico que busca desmantelar las políticas y procedimientos de la administración anterior, marcando un notable cambio en la dirección política del país. Con este avance, se espera que el gobierno pueda concentrarse en una agenda que sea considerada más beneficiosa para el desarrollo y bienestar de los ciudadanos estadounidenses.

Fuente: WhiteHouse.gov

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