Reviviendo Políticas de Disciplina Escolar de Sentido Común

En un reciente pronunciamiento desde la Casa Blanca, el presidente ha anunciado una serie de medidas para reinstaurar políticas de disciplina escolar más estrictas en un esfuerzo por mejorar la seguridad y el orden en las aulas de Estados Unidos. Esta acción se enmarca dentro de un contexto donde las directrices previas sobre disciplina escolar, impulsadas por consideraciones de equidad racial, habían sido objeto de críticas por su impacto negativo en el entorno escolar.

El anuncio destaca la decisión de eliminar lo que se ha denominado como «ideología de equidad» que, según el presidente, había llevado a una aplicación desigual de las políticas disciplinarias en las escuelas. En particular, se hace referencia a una carta del Departamento de Educación y del Departamento de Justicia de 2014, que advertía sobre las consecuencias legales de aplicar de forma «no equitativa» las normas de disciplina, sugiriendo que las escuelas que suspendieran o expulsaran a un mayor número de estudiantes de grupos raciales específicos podrían enfrentar la pérdida de fondos federales.

Un informe de 2018 de la Comisión Federal de Seguridad Escolar subraya que estas regulaciones habían creado un ambiente donde se pasaba por alto o se minimizaba la disciplina de infracciones graves para evitar apariencias de disparidad racial. Este enfoque, según la Comisión, había resultado en un aumento de la inseguridad para todos los estudiantes, comprometiendo la calidad del aprendizaje al no abordar adecuadamente el comportamiento disruptivo.

En respuesta a esta situación, el nuevo decreto presidencial establece una serie de pasos que las agencias educativas deben seguir en un plazo determinado. Dentro de los próximos 30 días, se espera que el Secretario de Educación emita nuevas guías que garanticen que las políticas disciplinarias no discriminen de manera racial. Además, se contempla una coordinación exhaustiva a nivel estatal para prevenir prácticas discriminatorias en la disciplina escolar.

El decreto también detalla la obligación del Secretario de Defensa de revisar el código de disciplina escolar para las familias de servicios militares, subrayando así la necesidad de crear un entorno educativo seguro para todos los niños, independientemente de su procedencia.

Con esta medida, se busca un retorno a lo que se denomina «sentido común» en la disciplina escolar, fundamentado en la conducta objetiva de los estudiantes en lugar de consideraciones raciales. El presidente sostiene que un enfoque así no solo protegerá a los estudiantes de comportamientos peligrosos sino que también mejorará el rendimiento académico al generar un ambiente más seguro y propicio para el aprendizaje.

Sin embargo, la implementación de estas políticas puede generar debates intensos, dada la complejidad del tema racial en el contexto educativo estadounidense y las implicaciones que pueden derivarse de la revalorización de las normas de disciplina escolar. A medida que se esperan nuevas directrices y un enfoque renovado hacia la disciplina, la comunidad educativa y los padres de familia observan con atención la evolución de esta política.

Fuente: WhiteHouse.gov

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