En la noche del sábado, 23 de noviembre, Miguel Ángel Revilla, conocido por sus frecuentes intervenciones en espacios televisivos como «El Hormiguero», volvió a ser el centro de atención en «La Sexta Xplica», programa conducido por José Yélamo. El expresidente de Cantabria no dudó en expresar su opinión, esta vez, sobre la gestión de la DANA por parte de Carlos Mazón, criticando la actitud del líder del PP valenciano ante los sucesos. «Si eso me pasa a mí, me voy al minuto», afirmó con contundencia Revilla, subrayando la importancia de la responsabilidad política en momentos de crisis.
Además, el expresidente comentó sobre la tendencia «solo el pueblo salva al pueblo», que ha cobrado fuerza durante la tragedia. Para Revilla, esta manifestación popular es una preocupante mezcla de anarquía y desdén hacia la política, un sentimiento que, a su juicio, no contribuye a la solución de los problemas.
El programa también sirvió de plataforma para abordar otros aspectos menos formales de la vida de Revilla, como su sorprendente participación en «Mask Singer» de Antena 3, donde se le vio caracterizado de Brócoli. Lejos de sentirse incómodo, Revilla compartió el noble motivo detrás de su aparición en el show: donar la suma de 20.000 euros a su asociación en Uganda, destinados a sostener un pequeño hospital y una escuela para 300 niños. «Por ese dinero para una obra benéfica, me tiro de cabeza a una piscina helada», declaró, destacando que su intervención tenía un propósito altruista.
Sus palabras revelan una faceta diferenciada del político, quien además de sus responsabilidades y apariciones en programas de análisis, no duda en participar en formatos de entretenimiento si ello significa ayudar a los demás. La entrevista no solo permitió conocer el punto de vista político de Revilla sobre temas de actualidad, sino que también mostró su compromiso con causas benéficas, poniendo de manifiesto que su participación en la televisión va más allá de la política.
Miguel Ángel Revilla, que se considera más afinado a la canción asturiana, cántabra y un poco la mexicana, reconoció que su rol en «Mask Singer» presentó un reto, tratándose de una faceta muy contraria a sus habilidades como cantante. No obstante, el expresidente demostró, una vez más, su voluntad de reírse de sí mismo y de embarcarse en aventuras que, aunque parezcan fuera de su zona de confort, contribuyan al bienestar de los más necesitados.
