En un retorcido desenlace de un caso que se extendió por casi dos décadas, la policía surcoreana ha detenido a un hombre en sus cincuenta años, confeso autor del homicidio de su exnovia ocurrido en 2008. El arresto, que ha conmocionado a la comunidad, se produjo tras el descubrimiento del cuerpo de la mujer, que permaneció oculto bajo capas de cemento y ladrillos en la terraza del apartamento que la pareja había compartido.
El descubrimiento se produjo de manera inesperada cuando un operario, mientras realizaba reparaciones para arreglar una gotera, perforó la capa de cemento revelando la maleta que guardaba el macabro secreto. La víctima, cuyo cadáver ha soportado el paso del tiempo en su escondrijo de concreto, fue asesinada por su pareja tras recibir golpes contundentes en la cara y la cabeza.
El acusado, que continuó viviendo en el apartamento ubicado en Geoje, a 330 kilómetros al sureste de Seúl, hasta su arresto en 2016 por consumo de drogas, había logrado evadir la justicia durante años. La vivienda, posteriormente convertida en almacén por su propietario quien decidió no alquilarla más, escondía en su terraza este secreto oscuro que no era visible a simple vista. Según se informó, la modificación en la terraza, donde el cuerpo fue escondido, solo podía ser apreciada accediendo directamente a ella.
La familia de la víctima, que al momento de su muerte tenía poco contacto con ella, no reportó su desaparición hasta 2011. A pesar de ser interrogado en su momento, el ahora detenido había negado conocer el paradero de la mujer, quien no estaba registrada en el apartamento, desviando así las sospechas de las autoridades.
Este caso resalta no solo la persistencia en la búsqueda de justicia, sino también los desafiantes aspectos de la investigación criminal que, incluso después de varios años, pueden llevar a la revelación de verdades ocultas y al cierre que las familias de las víctimas necesitan desesperadamente. A medida que el caso continúa desarrollándose, la comunidad espera que se aclaren todos los detalles y que se haga justicia por el crimen cometido.